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La Legislatura porteña sancionó la ley este jueves y dispuso su protección y mantenimiento en todas las vías circulatorias cercanas a monumentos históricos
La Legislatura sancionó este jueves una ley que declara a los adoquines de las calles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como parte integrante del Patrimonio Cultural y dispuso su protección y mantenimiento en todas las vías circulatorias terciarias, adyacentes o circundantes a monumentos históricos.
La norma fue aprobada con 55 votos positivos y uno negativo durante la sesión ordinaria de la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires y contempla la protección de las cuadras adoquinadas.
También faculta a las juntas comunales y a la Comisión de Preservación del Patrimonio Histórico Cultural a confeccionar un catálogo definitivo sobre el alcance de la medida.
La iniciativa comprende las calles actualmente construidas con adoquinado granítico y también resguarda con destino específico a unos 50 millones de piezas recolectadas por el Poder Ejecutivo, con el propósito de "evitar su pérdida o venta".
El legislador Francisco "Tito" Nenna celebró la sanción de la ley al sostener que "la defensa de los adoquines no obedece a un capricho ni sentimientos de nostalgia sino que existen razones ambientales para su conservación".
"La ciudad acredita un 63% de sus vías circulatorias con pavimento asfáltico, un 15% con hormigón y un 22% con adoquines", precisó Nenna y explicó que "la capa asfáltica produce expansión térmica y no permite el mismo drenaje para las aguas de lluvia que el adoquinado".
Para la legisladora Karina Spalla, "proteger las calles adoquinadas significa no solo cuidar el patrimonio urbanístico y cultural de la ciudad, sino también un factor muy arraigado de la identidad porteña".
También faculta a las juntas comunales y a la Comisión de Preservación del Patrimonio Histórico Cultural a confeccionar un catálogo definitivo sobre el alcance de la medida.
La iniciativa comprende las calles actualmente construidas con adoquinado granítico y también resguarda con destino específico a unos 50 millones de piezas recolectadas por el Poder Ejecutivo, con el propósito de "evitar su pérdida o venta".
El legislador Francisco "Tito" Nenna celebró la sanción de la ley al sostener que "la defensa de los adoquines no obedece a un capricho ni sentimientos de nostalgia sino que existen razones ambientales para su conservación".
"La ciudad acredita un 63% de sus vías circulatorias con pavimento asfáltico, un 15% con hormigón y un 22% con adoquines", precisó Nenna y explicó que "la capa asfáltica produce expansión térmica y no permite el mismo drenaje para las aguas de lluvia que el adoquinado".
Para la legisladora Karina Spalla, "proteger las calles adoquinadas significa no solo cuidar el patrimonio urbanístico y cultural de la ciudad, sino también un factor muy arraigado de la identidad porteña".
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