A cuatro años de la polémica por la decisión del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner de retirarlo del predio de la Casa Rosada, el monumento a Cristóbal Colón fue finalmente montado en la Costanera Norte.
En 2013, la entonces mandataria había ordenado que se retirara a la estatua del navegante, que había sido donada por la comunidad italiana en 1921, para poner en su lugar una de la heroína de la Independencia Juana Azurduy.
Esa decisión fue avalada por el juez en lo contencioso administrativo Enrique Lavié Pico, quien autorizó un “plan de trabajos” destinado a restaurar el monumento.
A partir de esa decisión, los 250 bloques de mármol estuvieron cuatro años desarmados en un predio de la Costanera, frente al Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery.
Decenas de asociaciones de origen italiano cuestionaron en aquel momento la medida, calificaron el desmantelamiento de “autoritario y vandálico” y le exigieron a la Justicia que “se restituya a su lugar histórico” el monumento a Colón.
Tras un proceso de restauración, el monumento realizado por el escultor Arnoldo Zocchi volvió a verse en su plenitud en la noche del pasado martes, cuando fue nuevamente montado.
Curiosamente, la estatua de Juana Azurduy también fue desplazada del predio de la Casa Rosada y trasladada a la Plaza del Correo, frente al Centro Cultural Kirchner (CCK), en el marco del Paseo del Bajo.
La obra que recuerda al navegante genovés pesa unas 623 toneladas y mide 26 metros de altura, fue donada por la comunidad italiana como parte de las celebraciones para el centenario de la Revolución de Mayo.
La ex presidenta decidió desmontar la estatua de Colón tras una visita de su par de Venezuela, Hugo Chávez, quien le habría pedido sacar al “genocida” y en su lugar “poner a un indio”, de acuerdo a lo que reconstruyeron algunos medios más tarde.
Varios años después de ese episodio, Cristina Fernández de Kirchner y el mandatario boliviano, Evo Morales, inauguraron la escultura de Azurduy frente a la Casa de Gobierno.