El detenido fue identificado como Diego Fantino, un conocido arquero que vistió los buzos de varios clubes de la región.
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La mujer violentada, Yanila Ríos, publicó en su perfil de Facebook una foto que la mostraba con las consecuencias del golpe y un texto en el aludía a reiterados hechos de violencia por parte del arquero.
"Yo me sentía culpable. Pensaba que en algo estaba fallando. Yo, no él. Por eso no lo culpaba. No sé si lo comprendía, quizá más bien lo justificaba. La primera vez fue un tirón de pelos. Me soltó y me pidió perdón. Me abrazó enseguida. Yo no pude llorar, no estaba preparada para eso", relató la mujer en un texto que más tarde ya no podía leerse en la red. "Decidí olvidar, todos nos equivocamos, y él también tenía derecho a equivocarse. Por eso la segunda vez no me sorprendió. Me di cuenta que algo estaba cambiando. Y lamentablemente sentía que sólo podía aceptar eso", agregó la mujer, que eligió el camino de "silencio y aceptación" ante la reiteración de la violencia.
"Cuando uno se acostumbra a las cosas, se hacen normales", escribió. "Había días horribles que me dejaban el alma y el cuerpo temblando. Durante mucho tiempo intenté entenderlo, porque estaba presa de la costumbre. Y la costumbre era una realidad espantosa. Mucho miedo, muchos dolores", describió Ríos en su relato en Facebook. Ayer, Fantino seguía detenido en la Alcaidía de Villa María y la mujer bajo supervisión médica para evaluar la gravedad de las lesiones recibidas. En Ticino, como todo pueblo chico, la noticia se esparció con velocidad, según informó el portal de La Voz del Interior. A las pocas horas de ser detenido el futbolista, su equipo salió a jugar como cada domingo, pero esta vez sin su arquero titular, que se encontraba tras las rejas por un caso de violencia de género.