Recortes, paritarias no cerradas, conflicto en el CONICET, marcha federal universitaria. Parecieran ser tópicos distintos, pero todos se unen en un mismo sentido que confluye en una crisis que se traduce en la salud, en la ciencia, en la tecnología, en las aulas, en los estudiantes.
Y si hay alguien que puede hablar de la situación de las universidades y de la ciencia es Diego Golombek. Además de ser investigador en el CONICET y divulgador científico, es docente en la Universidad Nacional de Quilmes, por lo que conoce a fondo las problemáticas que se viven desde ambos lugares.
Dueño de una extensa trayectoria en la Ciencia, el biólogo, especialista en cronobiología, habló con POPULAR y fue contundente: “si la Ciencia y la educación superior no está en la agenda de un país, estamos en el horno”.
-¿Cómo evaluás la situación de la Ciencia y la educación hoy? ¿Crees que son una prioridad en materia de agenda?
La situación de la Ciencia y la educación superior es crítica. Por un lado, por una cuestión de presupuesto. Por supuesto, los salarios están muy desfasados y la inversión es particularmente baja o casi nula en algunos casos. Pero me parece más grave aún el tema de la agenda, de qué lugar ocupan la Ciencia y la educación superior en la agenda de un país, de un Estado, de un Gobierno, de una sociedad. Si perdemos eso, estamos en el horno.
-¿Notás que existe una desfinanciación en las universidades? ¿En qué aspectos cotidianos lo ves?
Yo soy miembro de la Universidad Nacional de Quilmes. Además de profesor, de investigador, estoy en el Consejo Superior, que es el órgano de gobierno de la Universidad, así que nos enteramos un poco de algunas cuestiones. Y sí, claramente, hubo una rebaja importantísima de gastos al sistema de educación superior nacional, en particular en gastos que tiene que ver con infraestructura. El tema del financiamiento es que si el tema de salarios, -que ya de por sí es bajo- empieza a ocupar un porcentaje extremadamente alto del presupuesto general de la Universidad ¡perfecto! Se pagarán los salarios. Después veremos en qué medida. Pero no te queda dinero para las funciones sustantivas de la universidad. No es solamente el salario de los docentes; es infraestructura, son aulas, son investigaciones, es extensión, que son funciones primordiales. Por lo tanto, el tema de la financiación, además del salario, repercute en el resto de las acciones universitarias.
-¿Recordás alguna situación de estas características que haya sucedido años anteriores?
Lamentablemente hemos vivido diversas crisis en el sistema universitario nacional y en el sistema científico. En algunos casos, fueron puramente presupuestarias con lo cual uno estaba muy preocupado por la situación general pero veía que la Ciencia podía ser parte de una agenda. En otros casos, tuvimos situaciones parecidas a estas en las cuales no sólo había una crisis presupuestaria sino también cultural, del lugar de la ciencia y la educación superior. Esperemos poder resolverla adecuadamente, más temprano que tarde.
-¿En dónde se materializará, para vos, esta situación en lo que concierne a la salud?
La salud pública es una de las obligaciones primarias del Estado, incluyendo los planes de prevención, de tratamiento, de incluir a toda la población en un plan de salud. Por lo tanto, sospecho que en un momento de ajuste corremos algún riesgo de que los planes se caigan y eso es muy difícil porque repercute muy directamente sobre la vida de la gente.
-¿Cómo ves por ejemplo que se impulse, por un lado, una nueva ley de vacunación y, por el otro, que recorten la aplicación de algunas vacunas como la de la meningitis?
Empecemos por el plan de vacunación. Lo celebro realmente porque es una obligación del Estado mostrar que las vacunas son obligatorias. No hay ninguna discusión al respecto. No hay ningún costado por el cual se pueda poner en tela de juicio. Ahora, si hay un problema de falta de vacunas, estaríamos en una incoherencia. Pero no tengo datos al respecto más allá de lo que leo en los diarios, con lo cual no puedo opinar demasiado.
-¿En dónde crees que debería estar puesta la mira para que se pueda encontrar una solución al conflicto?
En general, los poderes de turno consideran que la educación superior y la Ciencia muchas veces son un lujo, que hay que apoyar, por supuesto. No podes decir que no hay que apoyarlo. Pero vas a apoyar a la Ciencia cuando hayas resuelto los problemas más graves: la pobreza, el hambre, la educación, la salud. Me parece que es un error la preposición “a”. Debemos decir “en”. Hay que apoyarse “en” la Ciencia justamente para resolver esos problemas. Si no los pensamos nosotros, no los va a pensar nadie.
-¿Crees que va a haber, producto de todos estos recortes, otra "fuga de cerebros"?
Irse es parte de la actividad científica. Una parte de la formulación del científico, a mi juicio, debería hacerse afuera para realmente estar en los mejores lugares para pensar. Pero eso tiene que ser con ciertas condiciones: que uno quiera irse, pero sobre todo que pueda volver, que haya un país que esté dispuesto a recibirlo. En este caso, no creo que ninguna de las condiciones esté completamente asegurada. No hablaría de fuga de cerebros pero sí que muchos chicos, actualmente, que están terminando una carrera científica deben estar considerando en su futuro un posible viaje de muy largo plazo.
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