Claudio Rímolo, el taxista que protagonizó una violencia discusión y pelea con un conductor de Uber en el barrio porteño de Villa Urquiza, recibió prisión domiciliaria y deberá portar una tobillera electrónica por orden del fiscal de la causa, Norberto Brotto.
Rímolo, que deberá respetar estas condiciones hasta tanto sea sometido a juicio oral y público, evitó la cárcel porque aseguró que su mujer está enferma y lo necesita en la casa
El hombre ingresó esta mañana junto a su abogado a las oficinas de la Fiscalía Penal Contravencional y de Faltas n° 2 sin decir ni una palabra pero a los empujones.
Brotto, el fiscal que investiga la violenta agresión, deberá determinar si Rímolo es detenido o bien continúa en libertad luego de tomarle declaración indagatoria.
Acusado de lesiones leves y daño agravado, el taxista podría ser condenado a una pena de dos años, en caso de comprobarse las imputaciones. En diálogo con Radio La Red, el fiscal especificó: "Los dos delitos tienen una pena máxima de un año con lo cual si acreditamos dos hechos distintos podrían sumarse ambas penas”. Más allá de esto, se trata de un delito excarcelable y que podría solucionarse a través de la mediación de las partes.
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Por su parte, Martín Francolino, el abogado de Fabio Rojas, el automovilista que participó en la pelea, pidió el cambio de carátula por tentativa de homicidio en concurso con lesiones y amenazas coactivas.
La Secretaría de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires, confirmó que Rímolo no podrá volver a manejar hasta que la Justicia dictamine sobre su culpabilidad. Así, le suspendieron preventivamente su licencia de conducir profesional y su habilitación para manejar cualquier vehículo en el área metropolitana.
Rímolo tiene un largo historial de causas judiciales y acusaciones: fue condenado al menos dos veces y en ambas, el delito fue robo de autos.
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