En el marco de la polémica por la quita de pensiones por invalidez, el titular de la Comisión Nacional de Pensiones del Ministerio de Desarrollo Social, Guillermo Badino, había asegurado que las personas con discapacidad intelectual no deberían recibir estos beneficios porque tienen una cantidad considerable de ofertas laborales.
“ASDRA (Asociación Síndrome de Down de la República Argentina) nos ha dicho que no quiere que les demos pensiones ya que tienen una oferta de trabajo espectacular”, había señalado el funcionario cuando DIARIO POPULAR lo consultó sobre este tema.
Sin embargo, su visión es distinta a la del director ejecutivo de la organización, Pedro Crespi, quien aseguró a este medio que actualmente, “al menos el 70 por ciento de las personas con discapacidad intelectual no tiene empleo”.
El representante de la Asociación relató que hace pocos días mantuvo una reunión con Badino en la que desde el colectivo que representa le planteó su preocupación sobre la dicotomía que tienen algunas personas las cuales, por temor a perder la pensión, optan por no trabajar.
Para el titular de ASDRA, la idea de revisar los casos no es incorrecta, siempre y cuando aquél que tiene un empleo y lo pierde pueda recuperar enseguida el beneficio.
“Lo que a nosotros no nos parece justo es que la persona que empieza a trabajar mantenga la pensión. Pero en los casos de vulnerabilidad o si pierde el empleo, es importante que pueda recuperar rápidamente ese beneficio”, subrayó Crespi.
Si bien es cierto que desde ASDRA cuentan con una importante red de contactos que permiten llevar un programa de inclusión laboral exitosa, la situación no siempre es la mejor y, de hecho, se está aún muy lejos de alcanzar “esa oferta de trabajo espectacular” de la que hablaba Badino.
“Por eso, si bien le comentamos en esa reunión sobre el programa de inclusión laboral que tenemos en ASDRA, nunca le dijimos que no se necesitaban pensiones”, aseveró a DIARIO POPULAR.
Hoy en día, el contexto socioeconómico de las personas con síndrome de Down dista mucho de ser el esperado. “El colectivo de personas con discapacidad intelectual es el que más dificultades tiene para conseguir trabajo”, explicó Crespi.
De hecho, se cree que el 60 por ciento de las personas con discapacidad están en situación de pobreza. Entre los múltiples factores que explican esta situación, se encuentran la falta de ofertas laborales; los escasos programas de capacitación; la poca inclusividad del sistema educativo; “o porque la madre tiene que pasar mucho tiempo con su hijo pequeño y no puede salir a trabajar”.
Por esa razón, aún hay materias pendientes en lo que concierne a respuesta gubernamental, como por ejemplo garantizar que exista un mercado laboral más amplio e inclusivo para personas con síndrome de Down. “La realidad es que el Estado es el primer incumplidor en esto”, concluyó Crespi.