Luego de la repercusión que tuvo la nota de “Periodismo Para Todos” sobre y con “El Polaquito”, un nene de 12 años de Villa Caraza que aseguró drogarse, robar y asesinar, Juan Grabois denunció a Jorge Lanata y a su programa por violación de los derechos del niño.
Con motivo de esta denuncia, Lanata sacó al aire a Grabois en su programa radial “Lanata Sin Filtro”, en el que mantuvieron un extenso y fuertísimo cruce en vivo y en directo.
—Grabois: Lo que hicieron no sólo es repugnante desde el punto de vista moral, sino que implica la comisión de una cantidad importante de delitos y violaciones de leyes y de tratados internacionales de derechos del niño, con independencia de lo que sucedió antes, que fue el amedrentamiento del niño por parte de agentes de la policía local y personal civil. Desde luego, el niño no estaba por casualidad en ese lugar, donde había visiblemente un patrullero de la Policía de Lanús. La entrevista fue absolutamente inducida. Él delira en toda la nota porque tiene serios trastornos de salud mental.
—Lanata: ¿Usted radicó una denuncia?
—G: Estamos en este momento terminándola.
—L: Le pido por favor que lo haga.
—G: Contra ustedes y los funcionarios policiales.
—L: Me encantará verlo en Tribunales.
—G: A mí me parece despreciable lo que ustedes hacen, que es aprovecharse de un menor.
—L: Yo hasta ahora no le dije que usted es un oportunista que lucra con la pobreza de los demás así que no me diga despreciable, yo no dije que usted es un cerdo.
—G: Yo dije que lo que ustedes hacen es despreciable.
—L: Lo despreciable lo hace gente despreciable.
—G: Es un acto, no juzgo a las personas, no estamos tan enfermos de megalomanía.
—L: Lo ayuda el Papa en eso, ¿no?
—G: Usted eso lo usa para desviar el tema.
—L: Yo no quiero desviar nada, Grabois. Usted es un demente que me está acusando de una cosa que yo no hice.
—G: Usted comercializa un producto, utilizando la imagen de un menor, mal pixelada, utilizando su apodo real, sin cambiar siquiera la voz. Aún si hubiese hecho todo eso, está violando las convenciones del niño, utiliza la imagen de un niño de 11 años para vender un producto comercial.
—L: ¿En qué momento utilizamos la imagen del niño para vender el programa?
—G: Usted está usando la imagen de un niño, triplemente vulnerable por su edad, condición social y su estado de salud mental.
—L: A usted lo que le molesta es que este chico tenga que ver con su organización social.
—G: Yo estoy orgulloso de eso. Usted está totalmente equivocado, no tiene idea. Desde que tiene 8 años se hicieron un montón de intervenciones, se mudó del barrio el año pasado…
—L: ¡Fue un éxito, Grabois, lo felicito, las intervenciones lograron muchísimo!
—G: Y las tuyas logran unas cosas extraordinarias en la sociedad...
—L: Las mías logran que el país hoy esté hablando de esto, y no de las imbecilidades que hacen ustedes.
—G: Lo que logra usted es que el país esté hablando de esto con un nivel de odio y de envenenamiento mental….
—L: Ah no, porque yo noto amor en sus palabras, Grabois. Usted es casi una huerfanita…
—G: Hay un nivel de maldad en lo que usted hace, de perversidad.
—L: ¿Usted es el bien, Grabois? ¿De parte de quién viene?
—G: Yo no lo soy, usted está equivocado.
—L: ¿De parte de quién viene?
—G: Yo no estoy aquí para hablar de mi, estoy acá para hablar del caso y de las barbaridades que ustedes hicieron, de las salvajadas que ustedes hicieron y que no tienen ni siquiera la capacidad de reflexionar sobre lo que han hecho.
—L: ¿Qué fue lo que hicimos, mostrarle a la gente que ese chico existe? ¿Que el Estado no hace nada por él, que las organizaciones se cagan en él? ¿Que ustedes lucran con él, que la Iglesia lucra con él, que todos lucran con él, con ese pobre pibe?
—G: Usted está invirtiendo de una manera absolutamente indignante, por qué esta sociedad desprecia a estos pibes, los descarta y los ignora, salvo para mostrarlos como los mostró usted: como peligrosos, como personas que hacen mal.
—L: Yo no recuerdo que ustedes los hayan mostrado Grabois, en toda su puta vida.
—G: Porque no todos tenemos el poder que tiene usted. Nosotros no tenemos la cuota de poder que tiene usted. La cuota de poder que le da esta sociedad y la usa para el mal.
—L: ¿No tiene poder? Tiene un amigo en el Vaticano, un amigo camporista con bastante poder.
—G: Yo no tengo ningún amigo con poder. Si usted tiene problemas con el Papa, lamentablemente no los va a poder resolver con él porque desde su mediocridad no tiene acceso a esa posibilidad.
—L: No, pero capaz llamamos y hablamos con Dios derecho.
—G: Tampoco creo que lo atienda.
—L: Por lo que yo supe de Dios, atiende a todo, Grabois.
—G: En eso usted tiene razón, es cierto. Espero que lo perdone por esta infamia.
—L: Perdona a todos también, incluso a usted.
—G: Por eso, vamos a pedir que lo perdone por esta infamia que ha cometido.
—L: Le agradezco la hipocresía de decir que va a rezar por mí.
—G: La Justicia tarde o temprano llega. En este mundo o en el otro.
—L: Si es una amenaza, dígalo más claro.
—G: Yo le voy a hacer una denuncia penal. Eso no es una amenaza.
—L: Hasta ahora no hemos perdido ninguna, averigüe en Tribunales.
—G: Debe tener amparo del sistema judicial, porque lo que hizo fue una evidente violación a los derechos del niño.
—L: Sí, somos de Justicia Legítima.
—G: No sé, no conozco nada de eso, no soy kirchnerista. Lo que pasa es que usted tiene que encasillar las cosas en sus esquemas mentales…
—L: Usted no me puede acusar de secuestro. ¿Cuáles son las pruebas que tienen?
—G: Yo no lo estoy acusando a usted de secuestro. Estoy diciendo que hubo una coacción previa, levantaron al chico en un auto, lo amenazaron, lo hicieron ir a algún lugar, y usted cometió infracciones que tienen que ver con los derechos del niño, que implican que no se puede utilizar la imagen de un niño de 11 años, utilizando su apodo real, que le trae una cantidad infinita de problemas a su familia que está haciendo todo lo posible. Y a las organizaciones, que hacemos lo que podemos.
—L: ¿Usted estaba ahí cuando esto pasó?
—G: No. Si hubiera estado ahí, hubiera intervenido.
Luego, Grabois se cruzó con Rolando Barbano, periodista de PPT y Clarín, que hizo la entrevista. "Le quiero contar una anécdota, ¿sabe cómo se fue El Polaquito? Lo que le voy a contar lo tengo filmado: se fue a caballo con un familiar. Llegó caminando con dos familiares, uno que vive ahí en frente", dijo Barbano.
"¿Y por que llego ahÍ? ¿Para quÉ fue? No se haga la víctima de que lo amenazan. Yo ya sé que voy a sufrir persecuciones por enfrentarme a un poder como ustedes, que hoy debe ser el poder más grande de la Argentina", dijo el líder piquetero. Y Lanata ironizó: "Soy casi el imperio romano, persiguiendo a los católicos".
Y Grabois siguió con su denuncia. "El periodista va a tener que explicar cómo el chico llegó ahí. Es obvio que no lo van a bajar a un patrullero. Yo lo que dije es que lo coaccionaron antes, fue dos días antes", resumió. Y acusó: "Diego Kravetz (secretario de Seguridad de Lanús) le entregó al menor, no se haga el tonto. Porque lo que usted cometió junto a su jefe es un delito gravísimo, de utilizar a un niño para vender un producto, para imponer una determinada ideología, intervenir en el debate, y criminalizar a un pibe pobre. Es más fácil echarles la culpa a ellos cuando ustedes son un ladrillo claro en el muro de exclusión de esta sociedad. La policía local le hace llegar al menor a su producción".
Después, Lanata y Grabois se cruzaron por el trabajo que la organización social de este último hizo con "El Polaquito" desde hace años:
—G: La intevencion con este chico la hacemos desde que tiene 8 años
—L: ¡Ah, la intervención fue un éxito! Si el pibe esta así…
—G: No, claro que no es un éxito. Somos absolutamente fracasados. Hemos fracasado en casi todo lo que hemos intentado hacer, pero aún así lo intentamos. Ahora, como ese pibe hay un montonazo de pibes que han sufrido la exclusión y la miseria. ¿Y saben por qué tienen esta enfermedad mental e inflan el pecho diciendo que hicieron cosas que no hicieron? Porque todas las notas que reprodujeron su comunicado dicen “la historia del niño que se droga, roba y mata”. Ese chico no mató nunca a nadie. El chico también dijo que usted estaba en el lugar. Yo sé que usted no estaba, Lanata. Este chico está fabulando. Las historias que él cuenta no son creíbles, son historias que escuchó en el barrio.
La charla siguió con otro fuerte y picante cruce cuando el líder de la CTEP dijo que los integrantes del programa de Lanata tienen "inhabilidad moral" para abordar el tema de los menores que delinquen.
—L: ¿A quién se refiere particularmente? Porque sino es como que yo diga que ustedes, en la Iglesia, no pueden hablar de menores porque se los cogen a los menores. Ustedes están inhabilitados para hablar de menores porque abusan de ellos.
—G: Pero usted hizo un abuso explícito de la imagen del menor.
—L: No tanto como la Iglesia con muchos chicos.
—G: ¿Qué tiene que ver eso? Si no estamos hablando de la Iglesia. Desde luego la Iglesia hizo abusos tremendos con muchos chicos.
—L: Nunca lo escuché a usted hablar de eso. Me preocupa que estamos hablando de Canal 13 y no del pibe.
—G: Nosotros laburamos con el pibe todos los días, ustedes lo usan para mostrarlo una vez, con ese pibe y con muchos más.
—L: ¿Entonces qué? ¿No habría que mostrarlo?
—G: No, lo que no hay que hacer es explotarlo. Usted está explotando una imagen, no está mostrando la realidad, está recortando una parte, para mostrar un pibe enfermo, para decir que mató, robó y se droga.
Los cruces siguieron, y se intensificaron cuando Grabois dijo:
—G: Les voy a hacer una pregunta muy sencilla: ¿Cómo consiguió los datos del documento del menor? Lanata, ¿Por qué no le pregunta al periodista que hizo la nota como consiguió esos datos?
—L: Porque no le pído a los periodistas que revelen sus fuentes.
—G: ¿No será que su fuente es la Policía?
—L: La fuente puede ser cualquiera.
—G: Pero cuando la Policía te lleva a un menor y vos lo usás…
—L: A mí no me llevan menores. Menores llevan los curas…
Luego, Andrea Verón pidió detalles acerca de la denuncia, y preguntó si el nene dijo que lo secuestraron. Grabois dijo que sí lo dijo y que además cuenta con otros testimonios que lo avalan.
Finalmente, Lanata intentó sacar una especie de conclusión, y la pelea se intensificó como nuna antes.
—L: Lo que está pasando acá es lo siguiente. Existe algo que se llama Movimiento de Trabajadores Excluidos al cual está vinculada la madre de este chico y el chico.
—G: La madre trabaja en una cooperativa y el chico come en un comedor.
—L: Bueno, están vinculados.
—G: Sí, y con el mismo criterio también están vinculados a su programa.
—L: Ustedes hicieron un trabajo con este chico desde hace por lo menos cinco años.
—G: Sí, tratando de ayudar a que mejore su problema.
—L: Y el resultado de ese trabajo es lo que la gente vio el domingo.
—G: No, ese es el resultado del trabajo de ustedes.
—L: ¡Ah, yo lo convertí al chico en un yonqui y en un chorro!
—G: No es un yonqui. Lo que acaba de decir obviamente forma parte de su bagaje discriminatorio y xenófobo. El chico no es un yonqui, es un niño que tiene problemas de salud que usted explotó. Porque es absolutamente evidente que lo que el pibe hizo en gran medida es una fabulación. Y es absolutamente evidente que cuando se le repreguntó tres veces por qué no le importaba lo que decía que hacía, se estaba buscando que el chico dijera "porque entro y salgo", que es lo que después terminó apareciendo en los medios.
—L: Yo no sabía que usted interpretaba las notas...
—G: ¿Y usted es el único que puede hacer una interpretación de la realidad? Usted hace una interpretación parcial, reduccionista y banal de la realidad, para construir su propo poder y su propia riqueza.
—L: Grabois: yo creo que usted es un cerdo y no me la paso diciéndoselo.
—G: Yo creo que ud es un ser despreciable, infame y que lo que hizo es una infamia, además de haber sido un delito.
—L: Sabe qué, ¡vayase a la mierda, Grabois! Adiós.
Y cortó la comunicación.