Daniel Valencia Junior, hijo de "La Rana" Valencia, exjugador de Talleres y campeón del Mundo con la Selección Argentina en 1978 compartió a través de un hilo de Twitter una conmovedora historia personal que el escritor Eduardo Sacheri recomendó a sus seguidores y compartió en su cuenta.
"Tengo más de 12 mudanzas en mi haber. Todas por motivos laborales de papá y siempre con la esperanza de un mañana mejor. Yo jugaba en el club de mi colegio: La Salle. Eramos los eternos cebollitas del torneo, no miento si digo que fueron 6 o 7 finales las que perdimos", arrancó el joven su hilo.
"El club que siempre salía campeón se llamaba "Modelo" era un verdadero club, tenían más de 60 chicos por categoría, citaban a los mejores, dejaban libres a los peores, etc. Mientras que nosotros peleábamos día y noche para completar los 11 titulares y con suerte algún suplente", siguió Valencia Jr.
En este momento de su relato, presenta a su entrenador de ese momento, Rubén, a quien describe como un "un tipo macanudo" y "enfermo del fútbol". Además, destaca que era muy fanático de su padre: "Coleccionaba sus camisetas, memorizaba los relatos de sus goles y hasta sabía que look había usado mi viejo en determinado campeonato".
En su sucesión de tweets, les cuenta a sus seguidores que nuevamente llegaron a la final del torneo con "Modelo", y que antes del comienzo del encuentro pasó un evento inesperado.
"Llegamos al vestuario, nos cambiamos y mi 8 no estaba. La estaba usando Julito. Fui a buscar la 5 y tampoco estaba, ya la tenia Ricky. Miré a Rubén quien al fondo de todo, con los brazos cruzados y una especie de palillo en la boca me tiró la remera. Era la 10", cuenta el joven que previamente en su relato había admitido que nunca jugó en esa posición ni con esa camiseta porque "hubo un solo Valencia 10 (su padre). Yo no iba a poder siquiera acercarme a su sombra".
A pesar de que le quiso devolver la camiseta al DT, éste le insistió que la use porque estaba seguro de que Valencia hijo iba a jugar bien y meter dos goles. "Tan seguro estaba que, fiel a su costumbre, en la charla técnica nos dejaba un regalo. Esta vez era para mi, era una carta y un chocolate. La única condición para comer el chocolate era leer la carta una vez terminado el partido", destacó el hijo del ídolo de Talleres.
Pero no fue así: su equipo perdió 4 a 0 en lo que fue su último partido jugando para La Salle: "Al año siguiente nos mudamos a Cba (Córdoba) y arranqué en Talleres. Nunca leí la carta, Ruben me dijo que la quemó", contó.
Este lunes, Rubén falleció y el hijo del excampeón del Mundo con la Selección de 1978 jugó un torneo amateur donde su equipo salió campeón gracias a dos goles que él mismo marcó. En ese momento, como si fuera un cuento, ocurrió un momento mágico.
"Papa me buscó y me dijo que tenía algo para mi. Era la carta que Ruben me había dado hace más de 14 años. En ella decía: "Querido Dani: Cuando estés leyendo esto vas a estar festejando el torneo que ganamos con tus 2 goles, todos vamos a estar contentos pero yo voy a ser el más feliz porque yo sabía que la 10 te iba a sentar bien. Te quiero mucho, festejá con la familia y tu viejo que siempre te acompaña a todos lados. Con cariño, Rubén", relató el joven.
"Miré mi camiseta, tenía la 10. Miré a mi alrededor y - como siempre - estaba papá acompañándome y miré hacia arriba porque sabía que ahí estabas vos, festejando estos 2 goles que tardaron tanto en llegar. Igual el chocolate lo dejo para después porque no estamos todos. Gracias", finalizó Valencia Jr su relato, el cual acumula likes y retweets conforme se viraliza.
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