El Boeing identificado como ARG-01, sucesor del avión presidencial Tango, voló a Dallas, en los Estados Unidos, donde le realizarán tareas de mantenimiento a la flamante nace oficial.
El vuelo partió en la mañana de este miércoles desde el Aeropuerto Jorge Newbery a la ciudad de Dallas.
El avión estuvo estacionado varios meses mientras se le hicieron algunas reparaciones y lugar donde se lo repintó. También pasó por un aeropuerto de Salinas, en Kansas, antes partir a la Argentina.
Cuando se compran estos aviones existe una cláusula que establece que deben tenerse todas las revisiones programadas hechas y que no hay pendientes por una determinada cantidad de horas.
El avión fue a China, con varias escalas, en el viaje que llevó al ministro de Economía, Sergio Massa, y que tuvo como invitado de honor al diputado Máximo Kirchner. Mientras que todavía no lo pudo utilizar el presidente Alberto Fernández.
Este Boeing 757-256, un modelo fabricado en 2000, no pueden tener mantenimiento en Argentina, porque ninguna aerolínea local las utiliza. Mientras que tampoco hay talleres autorizados.
La adquisición de la nueva aeronave finalmente se dio en 2022 a través de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), previa entrega de su antecesor como parte de pago.
Polémica maniobra
El piloto que realizó la maniobra con el avión presidencial recientemente incorporado a la flota, Leonardo Barone, rechazó todas las críticas al asegurar que fue "una maniobra controlada, que reviste cero peligro", aunque admitió que "en términos políticos no era el momento".
"Traíamos un avión a la flota nacional y es una maniobra controlada, que reviste cero peligro. Entendimos que era la bienvenida que tenía que tener", precisó Barone y explicó así que eso se hace habitualmente cuando se incorpora una aeronave a una flota o cuando se retira un comandante.
Sin embargo, en relación al aterrizaje en el país del flamante ARG 01, el Boeing 757, que costó 25 millones de dólares y se sumó a la flota aérea presidencial, diferentes especialistas en aviación coincidieron en objetar el momento y las condiciones en que se ejecutó la maniobra, ya que era un día de baja visibilidad.
Por ese vuelo rasante se abrió un sumario contra Barone y contra Juan Pablo Pinto, el otro piloto de la aeronave, que se tramitará ante la Procuración General del Tesoro para determinar cómo fue el accionar de ambos. "Todo se hizo con autorización. No hago nada sin ella. La pasada es absolutamente legal. Hay videos, está todo documentado", precisó dijo Barone en declaraciones al diario La Nación.
El también titular de la Dirección General de Logística de la Subsecretaría de Planificación y Servicios dio más detalles de la maniobra cuestionada: "Estábamos solos, vacíos, arriba de una pista. No se hizo nada en otro lado. La repercusión que tuvo fue negativa, desinformando a la gente".
"Eso en términos de comunicación; en términos de aviación nadie hizo nada fuera de lo permitido. No hubo incidentes. No hubo nada. Hubo videos y con eso salieron a destrozarnos. Está el perfil de vuelo, se pidió autorización, es todo público. Todo es demostrable. ¿Dónde está el delito?", planteó.
Barone remarcó que fueron autorizados "hasta por la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA)" y reveló que se enteraron de la repercusión que tuvo el hecho cuando ya habían llegado a sus casas y vieron los informes de televisión, en lo que considera que es una muestra más de que el problema no fue a nivel aeronáutico sino "mediático y político".