En medio de la pandemia por el COVID-19, a Jeremías Campana, un niño electrodependiente de 5 años que vive en Ezeiza, su obra social propuso trasladarlo a una clínica de rehabilitación mientas dure la cuarentena, ya que no puede garantizar el servicio de internación domiciliaria. Sus padres están en desacuerdo y consideran que el traslado perjudicaría su salud, opinión que fue refrendada por el pediatra del niño. No es el único caso en la región.
Hace unos días, las autoridades de la Obra Social de Choferes de Camiones (OSCHOCA) se comunicaron telefónicamente con Christian, su papá, para informarle de la decisión de derivar a su hijo a la Clínica ALCLA para "garantizar su adecuada atención" durante el período que dure el aislamiento social, preventivo y obligatorio, ya que el servicio de internación domiciliaria "no se encuentra íntegramente garantizado". Ante la negativa de los padres, les enviaron una carta documento responsabilizando de las consecuencias que su "absurda y caprichosa" decisión podrían tener.
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El miércoles pasado los enfermeros ya no se presentaron en el domicilio de Jeremías. "Mejor aislado que en su casa no va a estar", reafirmó Christian en diálogo con POPULAR.
Desde la Asociación Argentina de Electrodependientes (AAdED) también criticaron la medida de la obra social. "Con mucho pesar comunicamos que los electrodependientes somos una vez más el sector al cual acuden para recortar gastos. En esta oportunidad, le toca a Jere (y a tantos otros), quien se encuentra cursando internación domiciliaria", expresaron a través de un comunicado.
Desde la entidad señalaron que OSCHOCA actuó de "modo unilateral" y "sin consulta alguna con los profesionales de la salud que lo tratan, y haciendo responsable de las consecuencias del no traslado al papá".
"Lamentablemente la obra social cree que el traslado de Jere es la solución óptima. Sin embargo, ello implica poner en un gravísimo riesgo la salud y la vida de él, ya que estamos atravesando una pandemia de magnitudes bíblicas, de la cual uno de los sectores más vulnerable es el de los electrodependientes, toda vez que el más mínimo contacto con el virus puede llegar a ocasionar lesiones irreversibles e incluso la muerte", agrega el comunicado.
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