"Un buen chirlo a tiempo, evita males mayores” o “Quien bien te quiere, te hará llorar”, son sólo algunas de esas frases que se fueron trasmitiendo de generación y en generación, cuando se hace referencia a la crianza de los hijos, a los efectos de “corregir” ciertas conductas.
Cualquier agresión física o verbal contra los chicos resulta inaceptable y recibe el rechazo del sentido común, se presume que los nuevos padres ya no aplican esas “formas”, sin embargo el Informe Global sobre Violencia contra Niños, Niñas y Adolescentes, presentado hoy por UNICEF a nivel mundial arroja cifras que indican lo contrario y nuestro país se ubica en el promedio general de esta particular estadística. En la Argentina, los métodos de disciplina violenta afectan a 7 de cada 10 nenes de la franja etaria de 2 a 4 años.
Ante el lanzamiento de la campaña de sensibilización #FinALaViolencia y la presentación de una “Guía Práctica para evitar gritos, chirlos y estereotipos”, desde UNICEF dieron cuenta sobre que en nuestro país, más del 95 % de los adultos creen que los chicos no deben ser castigados físicamente, pero en el 70 % de los hogares se utilizan métodos de disciplina, que incluyen violencia física o verbal, que se traducen en zamarreos, chirlos, cachetadas, golpes o gritos.
En tal sentido, el documento revela que el 54,4 % de los niños de entre 2 y 4 años sufrió castigo físico, un 62,5 % fue víctima de una agresión verbal y el 72,9 % sufrió cualquier tipo de disciplina violenta. Los número reflejan que los chicos padecen una o más de esta tipo de situaciones.
“La violencia hacia los chicos es un problemática global y es especialmente preocupante cuando ocurre al interior de los hogares e involucra a los adultos cuidadores, que son las personas que, en lugar de proteger y acompañar a los niños en su crecimiento, los lastiman física y emocionalmente. La violencia durante la infancia y la adolescencia deja marcas imborrables, tiene consecuencias en su desarrollo presente y futuro”, enfatizó Roberto Benes, representante de UNICEF Argentina, acompañada por su adjunta Ana de Mendoza, la oficial de protección Lucila Argüello y la especialista en comunicación María José Ravalli.
De acuerdo a este estudio, los más pequeños sufren más castigos físicos que aquellos que son más grandes. Al respecto, se afirmó que “en nuestro país el 54,4 % de los chicos de 2 a 4 años recibe golpes, palmadas en los brazos o las piernas, zamarreos, sacudidas o chirlos de parte de los adultos que los cuidan, en su mayoría son sus padres, en una cifra que se reduce a un 44,1 % entre los que tienen entre 5 y 14 años”.
Esta campaña que se visibilizará mediante spots en los medios de comunicación y activaciones en las redes sociales, advierte que “en Argentina sólo tres de cada diez hogares pueden celebrar una infancia sin violencia”.
Y en tal sentido, el informe puntualiza que “en el 63% de los hogares se utiliza la agresión verbal, en el 40% se aplica el castigo físico y en un 10% esos castigos físicos son de los considerados severos.
“En muchos casos esas prácticas se suman y es frecuente que en un mismo lugar, se utilicen castigos físicos, castigos físicos severos y agresiones verbales”, se explicó, manifestando que en cada presencia en televisión, radio, diarios y revistas, sitios webs o las distintas redes sociales #FinALaViolencia “cierra con una frase que apela a reconocerla e informarse como primer paso para empezar a prevenirla.
Sin dudas, la crianza es un desafío que requiere de un proceso de aprendizaje, para el que no hay recetas, sino recomendaciones, pautas y fundamentalmente, mucha reflexión en lo personal y familiar.
A esto apunta la Guía Práctica para evitar gritos, chirlos y estereotipos que se acaba de publicar y puede leerse en www.unicef.org .ar /finala violencia. Sucede que muchas veces los adultos no tienen intención de maltratar, pero lo hacen, debido a que se abonan a prácticas que están naturalizadas.
“Esta guía explica los distintos tipos de violencia vinculados con crianza, para reconocerlos y poder descartarlos”, sostuvo Ana de Mendoza, la representante adjunta de UNICEF Argentina, agregando que entre las organizaciones que la han “confeccionado”, también “se impulsan talleres, en los que ya participaron más de 1.200 madres, padres y cuidadores y 873 efectores que recibieron la debida capacitación. Una iniciativa piloto que comenzó en las provincias de Buenos Aires y Salta y que ya durante este año, se ha extendido a Entre Ríos, Misiones y Santiago del Estero”.
La disciplina violenta, el abuso sexual y los homicidios acechan a millones de niños en todo el mundo, expresa UNICEF como eje rector de su campaña global #FinALaViolencia, en la que busca generar conciencia y posteriores hábitos que destierren el maltrato físico y verbal hacia los chicos.
En el informe que se presentó hoy, a nivel global, se hace hincapié en que surgen “datos preocupantes”, tales como que “la violencia contra los niños, algunos de menos de un año de edad, es un hecho recurrente en los hogares, escuelas y las comunidades”.
“Bebés que reciben una bofetada en la cara, niñas y niños forzados a realizar actos sexuales, adolescentes asesinados. La violencia contra los niños no escatima a nadie y no conoce fronteras”, expresó Cornelius Williams, jefe de Protección Infantil de UNICEF.
Las tres cuartas partes de los niños de dos a cuatro años en todo el mundo (aproximadamente 300 millones) sufren actos de agresión psicológica y/o castigos físicos por parte de sus cuidadores en el hogar.
Alrededor de seis de cada diez niños de un años en 30 países, donde existen datos disponibles (entre ellos, Argentina), están sometidos a algún tipo de disciplina violenta de manera sistemática y cerca de uno de cada diez recibe un golpe o una bofetada en el rostro, la cabeza o las orejas.
Además, la madre de una cada cuatro niños menores de cinco años (176 millones de personas reúnen esa condición) es víctima de violencia de un compañero íntimo, léase esposo, concubino o pareja.
En relación a la violencia sexual contra niñas/os, en todo el mundo, unos 15 millones de chicas de 15 a 9 años han sido víctimas de violaciones, con relaciones sexuales forzadas en algún momento de sus vidas y en un 90 por ciento de los victimarios fue “una persona conocida”.
Y en el rubro muertes violentas, la fría estadística marca que “cada 7 minutos, en el mundo, un adolescente es asesinado en un acto violento” y más allá de la clara incidencia de los Estados Unidos en estos datos, en América Latina y el Caribe es la región donde se ha registrado un aumento de las tasas de homicidios entre los chicos de esa franja etaria.
En el ámbito de la ciudad de Buenos Aires funciona la línea gratuita 137, como parte del programa Las Víctimas contra las Violencias, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación y coordina la psicóloga Eva Giberti. Según los últimos datos recabados, el 57% de las víctimas de violencia tiene menos de 18 años, ya que de las 23.404 personas asistidas por las brigadas entre 2006 y 2015, un total de 13.359 fueron adolescentes o niños.
En el 76% de los casos de maltrato a chicos de 0 a 18 años el agresor es el padre, en el 13% se trata del padrastro y en un 9% es la madre. Y de las intervenciones domiciliarias del Equipo Móvil de Atención a Víctimas de Violencia Familiar se desprende que el 64% sufrió violencia emocional, el 31% padeció violencia física, un 3% violencia sexual y 2% violencia económica.