Irene Bernasconi fue una bióloga marina que nació en Argentina y honró al país un día como hoy, pero en noviembre de 1896, cuando se convirtió en la primera mujer de la Nación en dirigir una expedición científica en la Antártida, en el Sector Antártico Argentino.
En el día que realizó la primera expedición, el doodle de Google se modificó para celebrarlo, con la intención de recordar a la bióloga argentina que pasó 55 años estudiando estrellas de mar y otras criaturas marinas.
Bernasconi nació en La Plata, Argentina el 29 de septiembre de 1896. Se convirtió en maestra en 1918, especializándose en estudios naturales, y comenzó a trabajar en el Museo Argentino de Ciencias Naturales a principios de la década de 1920. Publicó su primer trabajo científico sobre moluscos e invertebrados marinos en 1925.
Fue la primera especialista de equinodermos en Argentina, durante 55 años lideró la búsqueda de estos animales en el mar argentino. Aunque su objetivo de estudio principal eran las estrellas de mar, también buscaba erizos de mar y estrellas quebradizas.
A los 72 años, Bernasconi se convirtió en la primera mujer argentina en liderar una expedición al Polo Sur. Ella y otras tres científicas, partieron hacia la Antártida para explorar la biodiversidad del continente blanco.
En los viajes de investigación estuvo acompañada por otras tres científicas: la bacterióloga María Adela Caria, la bióloga marina Elena Martínez Fontes y la botánica Carmen Pujals.
A lo largo de la expedición, Bernasconi y su equipo recolectaron más de 2000 especímenes de equinodermos, así como vida vegetal y otras muestras vivas, en el ecosistema de la Antártida. Para lograrlo, utilizaron equipos de buceo para instalar redes y anzuelos en aguas extremadamente frías.
El descubrimiento más notable del viaje fue una nueva familia de equinodermos en la región ártica.
En 1969, la Embajada de la Mujer en América otorgó al equipo una medalla conmemorativa.
En el Día Internacional de la Mujer de 2018, que además coincidió con el 50 aniversario de la expedición polar, la Dirección Nacional para la Antártida, el Instituto Antártico Argentino y el Servicio Hidrográfico Naval también reconocieron a Bernasconi y su equipo por sus logros. Su nombre se incorporó a los mapas argentinos de la Antártida con el establecimiento de Bernasconi Cove.
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