Una misteriosa ‘sirena’ momificada, cuya antigüedad podría ser mayor que 300 años, será sometida a una tomografía computarizada y una prueba de ADN por investigadores de la Universidad de Ciencias y Artes de Kurashiki, en Japón, para poder descubrir más sobre su origen.
El investigador Hiroshi Kinoshita, quien está a cargo del proyecto, considera que este cuerpo podría tener un significado religioso.
En declaraciones al periódico japonés The Asahi Shimbun, Kinoshita comentó: “Por supuesto, no creo que esta sea una sirena de verdad”. En cambio, supone que fue fabricada con el fin de exportarla a Europa o para espectáculos en Japón durante el periodo Edo (siglo 17 al 19).
“La leyenda de las sirenas permanece en Europa, China y Japón en todo el mundo. Por lo tanto, puedo imaginar que la gente en ese momento también estaba muy interesada en eso”, agregó.
Asimismo, resaltó que el motivo por el cual se está realizando el estudio es para determinar qué animales podrían haber sido utilizados para su fabricación: “Parece un pez con escamas en la parte inferior del cuerpo y un primate con manos y cara en la parte superior del cuerpo”.
Según los registros escritos que la acompañan, la ‘sirena momia’ fue supuestamente capturada en el océano Pacífico, frente a la isla japonesa de Shikoku, entre los años 1736 y 1741. Ahora se encuentra en un templo en la ciudad de Asakuchi.
Esta supuesta ‘sirena’ cuenta con dientes puntiagudos, cara con una mueca, dos manos y cabello en la cabeza y la frente. Tiene una apariencia inquietantemente humana, a excepción de su mitad inferior parecida a la de un pez.
Según información de la cadena local KSB Setonaikai, que también entrevistó a los responsables de la investigación, el cuerpo tiene un largo de 30 centímetros, desde la cabeza hasta el final de la cola.
“De todos modos, ya sea que se trate de un animal real o no, desde mi punto de vista, ¿qué se le confió a esta momia sirena cuando se hizo? Por ejemplo, en la leyenda de la sirena, la inmortalidad. Se dice que también jugó un papel como medicina. ¿Qué piensa la gente en ese momento sobre esta momia?”, se preguntó Kinoshita.
Cabe destacar que las sirenas japonesas tienen una leyenda de inmortalidad. En Japón existe la creencia de que si se come la carne de una sirena, nunca se morirá. De hecho hay una leyenda en muchas partes del país asiático que dicen que una mujer se comió accidentalmente la carne de una sirena y vivió por 800 años. Se dice también, a raíz de la leyenda, que las personas solían comerse las escamas de las sirenas momificadas.