“Sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la frente”. La frase pertenece al empresario Alfredo Yabrán, el presunto autor intelectual del asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas, del que este lunes, 25 de enero, se cumplen 24 años.
Fue en la madrugada de un día como hoy, pero del año 1997. José Luis Cabezas fue secuestrado presumiblemente en represalia por haber hecho visible el rostro de Yabrán. Cabezas y su compañero Gabriel Michi, alquilaron una carpa en la playa muy cerca de donde estaba quien fuera dueño de la empresa OCA -entre varias otras-. Al verlo pasar junto a su esposa caminando con rumbo norte, cuando emprendieron el regreso, María Cristina Robledo, esposa de Cabezas, fingió posar para su marido mientras él tomaba la fotografía que posteriormente sería la tapa de la edición del 3 de marzo de 1996 de la revista Noticias y que investigaba los negocios de Yabrán en Pinamar.
La publicación de su imagen habría enfurecido más a Yabrán que la nota propiamente dicha. Testigos sostienen que culpó a sus custodios por la filtración. Y a partir de ese momento, Cabezas y su mujer empezaron a recibir advertencias y amenazas telefónicas.
Durante su cautiverio, Cabezas fue golpeado y obligado a arrodillarse con las manos esposadas por detrás de la espalda. Tras varios minutos de golpiza, y como para terminar de darle forma al ataque mafioso presuntamente impulsado por Yabrán, recibió dos impactos de bala en la nuca. Su cuerpo sin vida fue prendido fuego junto a su auto, en una cava cerca de la entrada de Pinamar.
Yabrán fue investigado como autor intelectual del crimen y su personal de seguridad fue imputado. Por el crimen, la Justicia condenó a prisión perpetua a los policías Gustavo Prellezo (autor material), Aníbal Luna y Sergio Camaratta, como coautores. Por liberar la zona del crimen fue condenado el comisario Alberto Gómez, en un segundo juicio hecho en 2002. Entre 2007 y 2010 los policías recuperaron la libertad, salvo Prellezo, que fue liberado años más tarde, en 2017.
El grupo de delincuentes que participó en el crimen, conocido como "La Banda de Los Horneros", integrada por Sergio González, José Luis Auge, Horacio Braga y Héctor Retana, también fueron condenados a perpetua en el primer juicio, aunque luego tuvieron reducciones de penas por la aplicación de la ley conocida como "2x1".
El empresario Yabrán, considerado el presunto autor intelectual del homicidio, nunca llegó a ser juzgado. Recién el 15 de mayo de 1998 se dictaminó una orden de arresto contra él pero este se fugó y el 20 de mayo del mismo año se suicidó con un tiro de escopeta que le desfiguró el rostro.
El recuerdo de Cabezas no tuvo el formato presencial de los años anteriores en el marco de la pandemia. En este sentido, se realizó una videoconferencia en la cual se transmitieron en vivo dos actos: uno desde la cava de General Madariaga donde fue asesinado y otro desde Pinamar.
Gladys Cabezas, la hermana del reportero gráfico, escribió un texto en su memoria en el cual aseguró que su hermano "tendría hoy 59 años, y estoy segura de que, aún con lo miedoso que era, saldría con su cámara a hacer su trabajo".
Visiblemente emocionada durante toda la videoconferencia, donde recibió apoyos y saludos de parte de excolegas y compañeros de su hermano, dijo que "la sociedad sigue recordando a Cabezas, aunque la mafia que lo mató siga tan viva como siempre".
"Mi hermano instaló una idea loca que no se va a borrar nunca más: que si alguien toca la vida de un ser humano que lucha por la verdad, nos toca a todos", expresó.
Dijo sentirse "privilegiada" por "reconocer en la calle a los asesinos de José Luis, por seguir siendo su hermana y que su apellido me repita que la verdad triunfa sobre todo, incluso sobre la muerte".
Finalizó su carta con la frase que acuñó toda la sociedad para reclamar justicia por el crimen -"No se olviden de Cabezas"- y dijo que “la familia lo recuerda siempre".
Por su parte, desde la cava de General Madariaga, el intendente local, Esteban Santoro, y el abogado de la familia, Alejandro Vecchi, le rindieron un homenaje y descubrieron un cartel que explica a quien se acerca al lugar quién era Cabezas y cómo fue el crimen.
"No podemos permitirnos olvidar hechos aberrantes como el ocurrido en este lugar", aseguró el jefe comunal y añadió: "Nos toca hoy ser custodios de este lugar, que es un símbolo de la lucha contra la impunidad y muy pronto el Concejo Deliberante va a declarar este lugar como sitio histórico".
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Por su parte, Vecchi agradeció a los "cientos de testigos" que dieron su testimonio en la causa judicial que culminó con las condenas a los responsables y dijo que esto fue posible por "la presión social y del periodismo y el reclamo de saber la verdad ininterrumpido".
"No tuvimos toda la justicia que reclamamos por impericia, negligencia e ineficacia, pero obtuvimos mucha verdad. Valió la pena pagar el precio para sacar la venda con la cual los asesinos intentaron taparnos los ojos", indicó el letrado, quien tras el acto en la cava de Madariaga, se trasladó hasta Pinamar, donde realizó otro homenaje, en este caso acompañado por el intendente de ese distrito, Martín Yeza.
Yeza recordó "al José Luis Cabezas periodista, símbolo de la libertad de expresión y al José Luis Cabezas padre y amigo" y pidió disculpas en nombre de Pinamar "por algunos intendentes para los cuales parecía que Cabezas era culpable. No nos va a alcanzar la vida para pedirles disculpas (a la familia) por todos los años en los que los hicieron sentir culposos".
En tanto, Michi, recodó "la dimensión humana" de su compañero y "lo que pasó socialmente, que se convirtió en un símbolo de toda la sociedad", y afirmó que "hay más de 70 plazas, lugares y barrios que recuerdan su nombre".
Fernando Ruiz (Fopea); Daniel Vides (Argra); Diego Pietrafesa (Sipreba); y otros colegas de Cabezas, como Edi Zunino y Luis Otero, también formaron parte con sus testimonios del acto realizado.