Llegó a su casa y estaba lleno de autos. Volvía contento a su hogar en José León Suárez porque había quedado preseleccionado en una entrevista de trabajo y le quería contar a su mamá. Abrió la puerta y vio que doce efectivos de la Policía Federal lo esperaban para allanar el lugar. Estaba acusado de amenazar de muerte al Presidente de la Nación.
Nicolás Lucero tiene 20 años y hace más de un año escribió: “Macri te vamos a matar, no te va a salvar ni la Federal (12)”. Lo hizo en su cuenta de Twitter. Ese texto desencadenó que interceda la División de Investigación de Amenazas e Intimidaciones Públicas de la Policía Federal. “Lo escribí después de un problema que hubo con Chacarita. Estaba el rumor de que, como siempre, querían suspender la cancha y se cantó contra AFA, Aprevide y contra él (en referencia al jefe de Estado). Pero son cosas que se cantan en la cancha”, le dice Lucero a DIARIO POPULAR.
La Justicia le abrió una causa por “intimidación pública” y así fue como más de una decena de agentes -algunos de civil- terminaron en su casa. Lo llevaron a la comisaría, requisaron su celular y los de su familia y la netbook de su hermana. “Vino un técnico, revisó uno por uno todos los celulares, como si yo tuviera el plano de una bomba. No sé. Y de ahí me llevaron a la dependencia. Nunca había pisado una. Mi hicieron poner las huellas y me temblaban las manos”, detalla.
Tras el hecho, la búsqueda para Nicolás es la de un abogado que lo defienda. Le pidieron 80 mil pesos. Nicolás se pregunta de dónde podría sacarlos. Miguel Ángel Pierri, el mediático letrado, le ofreció -por Twitter- hacerse cargo de su defensa. Todavía no pudo comunicarse, dice.
La jueza federal de San Martín, Alicia Vence, contradijo al propio Ministerio de Seguridad y aclaró que no hay nadie detenido por el caso, pero reconoció el procedimiento realizado por un pedido del fiscal federal Paulo Starc. La causa cayó en manos de Daniel Rafecas el año pasado y desde entonces se hicieron las averiguaciones correspondientes para dar con el autor del mensaje.
“Siempre usé Twitter como un diario íntimo, pongo boludeces”, se defiende Nicolás. La primera publicación en su perfil es una foto de él con sus hermanas. Desde el jueves 26 de octubre, las respuestas se multiplicaron. Una dice: “Te re cabio negro siome, andá a amenazar al pabellón ahora”. Otra lo banca y habla de dictadura. Los insultos en sus notificaciones se cuentan de a miles. No importó que, en la búsqueda de limpiar su nombre, ensayara unas disculpas a Mauricio Macri. Los tuits siguen llegando.
—¿Qué te dicen?
—La gente que defiende a Macri piensa que soy kirchnerista, que cobro planes. Me dicen negro, me dicen de todo. Nunca cobré un plan, trabajo desde chico y hablan sin saber. Después, los kirchneristas me dicen “esto es una dictadura”, que vamos a volver y yo que sé. A mi no me interesa ninguna de las dos partes. Yo voto libre.
Hace más de un año, un joven -también de 20 años- había quedado detenido por haber publicado “frases en árabe”. Estuvo detenido más de 50 días y, también, le habían allanado la casa. Este precedente y el día a día en el barrio angustian a la madre de Nicolás. Él lo pone en palabras: “Imaginate que salieron a ensuciarme como si fuese un asesino. Mi mamá está avergonzada, pero sabe cómo soy y confía en mí”.