En esta época del año, una nube negra cubre Tucumán. Se trata del hollín que se libera por la actividad de los ingenios azucareros que queman indiscriminadamente bagazo y cubren gran parte de la provincia de un polvo muy similar a las cenizas.
Este residuo industrial afecta la calidad de vida en la provincia y viene siendo cuestionado desde hace décadas por los ciudadanos que respiran aire contaminado. Según los habitantes de las zonas cercanas a las fábricas, se vuelve imposible evitar este polvo ya que se esparce rápidamente regando las calles y los hogares de polvo tóxico.
El hollín es un polvo grasiento y negro, muy similar a las cenizas, que produce por la combustión incompleta de materiales orgánicos y es considerado una de las principales causas del calentamiento global.
Pensando en su salud y en el medio ambiente, los tucumanos se resisten a seguir conviviendo con él.