En esta nota, hacemos un repaso por los mejores. Mirá
Butter Toffees Son una adicción. No podés frenar de comerlos. Los de dulce de leche y chocolate se llevan todos los laureles, pero los de Bon o Bon también rankean.
Sugus
Siempre se arman grandes discusiones respecto a cuál es el mejor gusto. A algunos les apasionan los de menta, otros los de manzana; pero lo cierto es que estos caramelos son siempre una tentación al paladar.
Billiken Están los de ananá, frutilla y manzana y ocurre con ellos un fenómeno similar a los demás: en cinco minutos podés bajarte una bolsa completa y mirar angustiado el paquete cuando ya no tenés más. Los de Yoghurt ganan cada vez más terreno.
Palitos de la selva
Además de su mezcla de vainilla y frutilla, tienen otra característica que los convierte en un clásico sin vencimiento: podés tener 5 años como 60 que siempre vas a leer la adivinanza que tiene el envoltorio.
Menta con Chocolate de Arcor La dureza de la menta que luego de un tiempito (o si sos impaciente, en cuestión de segundos), se conjuga con el chocolate que se desliza por la boca es lo que los vuelve tan característicos en este rubro.
Flynn Paff
Son como comer un chicle y tragarlo sin culpas. Los clásicos son los de Tutti Frutti, pero los de uva también la rompen.
Los caramelos de dulce de leche de La Vaca Lechera
Son la perdición para los fanáticos de este dulce. Eso sí, tené una botellita de agua a mano porque después de varios te va a costar bajarlos.
Caramelos Pico Dulce
Son como el chupetín, pero en formato más chico. Tienen ese mix de gustos que remontan a la otra golosina, pero sin el palito blanco.
Lipo Súper ácidos Ideal para los amantes de los caramelos duros. Nunca sabés qué gusto te va a tocar, porque el envoltorio es siempre el mismo. Muchos los usan para llegar con menos hambre a las comidas.
Cremino Coco
Esa mezcla de dulce de leche y coco los torna irresistibles. Incluso, antes de terminarlo, sentís los pedazos de esta fruta en la boca. Increíbles.
¿Vos con cuál te quedás?