Un grupo de enfermeras de la Unidad de Quemados del Hospital Garrahan realiza maquillaje artístico en niños con más del 50 por ciento del cuerpo afectado por quemaduras para lograr potenciar y estimular su recuperación. Estos son pacientes graves que enfrentan largos procesos de curación.
La pandemia habilitó que esto se pusiera en práctica, ya que al tener menos ingresos de pacientes, las enfermeras pudieron dedicarle más tiempo a maquillar a los niños.
Las enfermeras empezaron pintándoles las caras en sus cumpleaños y, al ver la alegría que les generaba, lo empezaron a hacer más seguido. Maquillan la máscara de Spiderman y gemas, entre otras cosas.
“El maquillaje es un intermediario. Facilitó la comunicación, no solo con los niños, sino con los padres. Los chicos se pueden expresar mejor, tienen confianza con uno y así es más fácil hacer estos procedimientos que son dolorosos”, expresó Sandra Baspineiro, enfermera con 15 años de trayectoria en el hospital.
El trabajo en equipo fue fundamental para lograr esta terapia, ya que a la vez que algunos pintan, otros deben hacer el resto del trabajo. "Esa hora o dos que le dedicás al maquillaje, requiere que otros compañeros atiendan al resto de los pacientes. Para eso necesitamos la colaboración de todo el equipo: médicos, cirujanos y, especialmente, de las enfermeras”, sostuvó Baspineiro.
La Unidad de Quemados del Hospital Garrahan cuenta con 6 camas de terapia intensiva y 8 de terapia intermedia y recibe niños de todo el país con más del 50 por ciento de la superficie corporal quemada, causados por incidentes o siniestros como incendios de viviendas, quemaduras eléctricas, con líquidos calientes, entre otros.
El Hospital indicó que, en la Argentina, todos los días un niño sufre quemaduras moderadas o de gravedad y el 95% de ellas se producen en el hogar, un lugar donde con medidas adecuadas pueden reducirse y prevenirse.
El fuego es la principal causa de los grandes quemados. Sin embargo, el 75% de las quemaduras en niños pequeños se deben a líquidos calientes, como bebidas, agua del grifo o vapor, y esta es la causa más frecuente de internación.
En la recuperación intervienen cirujanos, pediatras intensivistas, enfermeras, psicólogas y trabajadoras sociales. Se trata de tratamientos fundamentalmente clínico-quirúrgicos, que pueden llevar hasta 10 ingresos al quirófano y durar meses y hasta más de un año.
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