Desde el pasado 11 de diciembre, los trabajadores municipales de Mar del Plata llevan adelante distintas medidas de fuerza ya que durante el 2018 sólo recibieron un incremento salarial del 18%.
La última propuesta del Ejecutivo Provincial consistió en un incremento del 10% retroactivo a octubre más un 4 % en diciembre, el pase a planta permanente de 200 temporarios, la reapertura de la junta de ascensos y calificaciones y retomar las discusiones salariales en febrero próximo.
Sin embargo, fue rechazada totalmente por los trabajadores y las actividades municipales se encuentran paralizadas: no hay recolección de residuos, ni controles de tránsito, tampoco tests de alcoholemia o estacionamiento medido, cámaras de seguridad, radares y ni siquiera pudieron concluirse muchas obras en la ciudad.
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Por este tema, hoy a las 18:00 habrá una reunión clave en el Ministerio de Trabajo bonaerense para intentar destrabar esta situación en la localidad balnearia que, sólo en el último fin de semana, recibió a casi 230 mil turistas.
Más allá del frente de los trabajadores municipales, el intendente Carlos Arroyo tiene otro problema: la Unión de Guardavidas Agremiados (UGA) amenazó con un paro para el fin de semana si no se llega a un acuerdo salarial con la Cámara de Empresarios de Balnearios Restaurantes y Afines (Cebra).
Es que los trabajadores exigen un porcentaje igual a la inflación, un 48%, mientras que los representantes de la Cámara que nuclea al sector ofreció un 30%.