Lo han descubierto un grupo internacional de científicos, que publicaron sus conclusiones en sendos artículos en la revisa Science Advance, gracias a los datos proporcionados por la misión ExoMars-TGO (Trace Gas Orbiter), fruto de la colaboración entre la Agencia Espacial Europea y la rusa Roscosmos.
Por su parte, el investigador José Juan López Moreno, del Instituto de Astrofísica de Andalucía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IAA-CSIC), ha subrayado que Marte "es y seguirá siendo un importante foco en la ciencia y en la exploración espacial".
Entre los principales objetivos de la exploración de Marte se destaca el de buscar gases atmosféricos vinculados a la actividad biológica o geológica y tener un inventario del agua en el planeta, tanto la que hubo en el pasado como la que puede haber en el presente, para determinar si pudo ser habitable en algún momento de la historia y también si algún depósito de agua es accesible de cara a una futura exploración humana.
La explicación científica
La luz solar calienta la atmósfera y hace que se eleve el polvo, así como el valor de agua liberado desde los casquetes polares; y el polvo salado reacciona con el agua atmosférica para liberar cloro, que luego reacciona con moléculas que contienen hidrógeno para crear cloruro de hidrógeno. Se trata de un escenario químico donde el agua representa un papel fundamental.
Las evidencias apuntan a que en el pasado el agua líquida fluyó a través de la superficie de Marte, como lo demuestran numerosos antiguos valles y ríos secos.