El testimonio de uno de los sobrevivientes de la tragedia de Mendoza podría generar un giro en la investigación del accidente. El hermano de uno de los sobrevivientes contó que el chofer gritó dos veces que se había quedado sin frenos instantes antes del impacto en la Cuesta de los Terneros.
Claudio Sosa reprodujo en declaraciones al canal TN lo que su hermano alcanzó a relatarle mientras se recupera del golpe. La madre de ambos, que había viajado como acompañante, falleció. David, uno de los profesores de la academia de danza, salvó su vida: tiene tres puntos en la cabeza, golpes en los brazos y se encuentra medicado por el shock.
"Me quedé sin frenos", escuchó dos veces David Sosa. El grito provenía del conductor del ómnibus, Damián Pinelli, de 35 años, quien también falleció. Él y su padre eran los responsables de la firma que, según aseguró la CNRT, no estaba habilitada. El organismo agregó en un comunicado que el chofer tomó una ruta alternativa para evadir los controles que le hubieran impedido la circulación.
La primera hipótesis fue el exceso de velocidad. Varios sobrevivientes relataron incluso que se levantaron en más de una oportunidad para pedirle al conductor mayor prudencia. “El chofer aceleró como si fuera a suicidarse”, contó la madre de uno de los pasajeros. “Él fue el asesino”, agregó.
Claudio apenas pudo hablar en Mendoza poco con su hermano David, porque tenía que volver a Buenos Aires en el avión Hércules que trasladó los cuerpos de los 15 fallecidos. Esto, porque su madre es una de las víctimas fatales. Al pasar, en medio del dolor, brindó un dato clave que podría cambiar al menos las conclusiones de esta trágica historia.