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Aunque la temperatura subió un par de grados apenas llegó a los 20. Cuando se fueron las nubes se armó un día hermoso que le permitió a los más valientes, disfrutar un rato del mar.
MAR DEL PLATA (Enviado especial).- Todos los pronósticos coinciden en que el fin de semana será, en materia climática, fantástico. Pero el viernes, más allá de sus leves mejorías en relación con el desapacible día que lo precedió, volvió a ofrecer un aspecto otoñal, sobre todo por la mañana, circunstancia que se repitió varias veces en lo que va de enero.
Claro que, como el viento redujo considerablemente su presencia y la temperatura trepó hasta los 20 grados, la mayoría encontró consuelo en esas pequeñas ofertas e, inflando el pecho, lanzaron un optimista "está mucho mejor que ayer" para darse permiso a una jornada al aire libre. Los que eligieron ir a la playa, siempre mirando el cielo y tratando de adivinar que las nubes más oscuras no eran amenaza de lluvia, decidieron salir con poco equipaje y "a las playas más cercanas", por si el tiempo obligaba a una pronta huida.
El otro recaudo que fue necesario tomar fue el aprovisionamiento de prendas de abrigo: un buzo, una campera y remeras con mangas (franco para las musculosas) para poder prolongar la estadía un par de horas más, cuando se empiece a poner más fresco.
El mate, infaltable compañero para una jornada en la que, de a ratos, el sol tuvo algunas apariciones que modificaban plenamente la escena, al punto de hacer escuchar el grito de varias madres atentas: "¡ponete un poco de protector...!"
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Otra ola polar le volvió a bajar la persiana al verano
Pero un rato después del mediodía, las nubes cruzaron el cielo hacia el noroeste, el celeste se adueñó del paisaje y, aunque el aire fresco se mantuvo, hubo luz verde para el dia integral de playa.
Eso sí, el ingreso al mar estuvo limitado a los más valientes. El agua no se siente tan fría, pero el tema es al momento de regresar a la orilla. A los más chicos, que nunca sienten frío, hubo que hablarles mucho y explicarles que "era preferible esperar a los próximos días para volver al mar: si te metés hoy y te enfermás, no vas a poder venir a la playa el sábado y el domingo que van a estar hermosos".
Otros, más grandes, no entraron en razones y resueltos a no perderse un día de playa, enfrentaron a las olas dando muestras de valentía. Fueron los menos, claro está.
A esta altura de un verano muy inestable en materia del tiempo, está claro que salvo que llueva de manera intensa, no importa la temperatura: un recorrido visual por las playas nos permitirá, siempre, encontrar algún grupo de amigos o una familia, cobijados bajo una sombrilla o un rompevientos, tratando de sacarle jugo al día.
En materia de visitantes, la segunda quincena aún no ha mostrado la afluencia que se esperaba por los distintos operadores. Es cierto que, hoy será un día clave para determinar lo que va ocurrir en los próximos días, teniendo en cuenta que lo más probable es que este fin de semana comience de manera oficial la segunda quincena. Entre el detalle calendario y el anuncio de una seguidilla de días a pleno sol y con mucho calor, un gran número de turistas planificaron su traslado a la costa para estas horas, en las que los distintos accesos a la ciudad (y al resto de las localidades balnearias) se empezaron a ver más nutridas y con muchos más autos ingresando que saliendo.
La recomendación del día
Si usted recién llegó a la ciudad para pasar sus vacaciones esté atento a las carteleras de precios de los distintos comercios. Si ve cifras borroneadas y corregidas, elija otro local que no haya remarcado los valores de los productos especulando con una buena segunda quincena. Hay muchos que respetan al turista: hay que comprarles a ellos.
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