En medio de diversas especulaciones, algunos vecinos de la zona le adjudicaron el tono de las aguas a los desechos industriales que se vierten en ese arroyo.
En la localidad bonaerense de Avellaneda, el Arroyo Sarandí apareció este jueves teñido de rojo, lo que desató la preocupación y especulaciones de los vecinos.
El intenso color rojo de las aguas se pudo apreciar a la altura del barrio Villa Inflamable, y algunos vecinos le adjudicaron el tono a los desechos industriales.
Los habitantes de la zona se mostraron molestos frente a la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR): "Es una lástima que le hayan sacado el control".
Además, cuestionaron que "es un desastre el estado del agua" y se quejaron por el olor. "Mi marido salió de nuestra casa y me dijo que estaba todo rojo. Si bien es rojo, otras veces fue amarillo, con un olor ácido que nos hace mal hasta en la garganta. Vivo a una cuadra del arroyo. Hoy, olor no tiene. No hay muchas fábricas en la zona, aunque sí depósitos", aseguró Silvia, una vecina de la zona en declaraciones a C5N.
Y agregó: "En otros días tuvimos una espesa capa amarilla que dejó la parte de arriba dura y un olor ácido. Igualmente, en la canilla no tengo problema y hay agua potable".
Desde el Municipio de Avellaneda, en colaboración con un equipo del Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires, se acercaron al lugar y tomaron muestras del agua para analizar y conocer a ciencia cierta por qué se tiñó el arroyo. “Inicialmente no parece tóxico”, adelantó una fuente al tanto de las tareas.
El Sarandí es un arroyo entubado en un 80% de su cauce, que se extiende entre las localidades bonaerenses de Longchamps y Sarandí, que desemboca en el Río de la Plata.
Una familia viajaba por Argentina y advirtió una “lluvia de arañas” en la provincia de Catamarca. El hecho ocurrió este miércoles, tras lo cual se viralizó un video en las redes sociales en el que se muestra a una inmensa migración de arañas en el cielo de Catamarca.
Una familia se dirigía hacia el dique Sumampa de Paclin cuando en el cielo vio algo raro, por lo que bajaron del auto y advrtieron una telaraña inmensa.
La misma es utilizada por los arácnidos como paracaídas cuando hay inestabilidad en su proceso de éxodo, aunque se trata de un fenómeno casi imperceptible para el ojo humano.
Según medios locales, este tipo de desplazamientos suele ocurrir con mayor frecuencia en países como Australia o Nueva Zelanda, y en ciudades como Londres o al norte de Europa. Dichos acontecimientos también son conocidos como “lluvia de ángeles” o “la baba del diablo”.
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