El avión sufrió daños tanto dentro de la cabina, como en los compartimentos de las máscaras de oxígeno y los ventiladores. Los afectados fueron atendidos luego de aterrizaje en Alemania.
Once pasajeros que viajaban en el Boeing 747-8 de Lufthansa, avión que había salido desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza con destino a Frankfurt, Alemania; resultaron con heridas de distinta consideración este martes a causa de las fuertes turbulencias que sufrió el vuelo cuando atravesaba el Océano Atlántico.
Pasado el mal momento, la nave finalmente pudo aterrizar en el destino previsto. ”Desgraciadamente, tal como sabemos hasta el momento, cinco pasajeros y seis miembros de la tripulación sufrieron heridas, en su mayoría leves”, explicó una portavoz de la línea aérea alemana a La Nación.
Desde la empresa también se señaló que los afectados fueron atendidos inmediatamente después de aterrizar en la ciudad alemana este martes por la mañana y que el piloto ya había solicitado asistencia médica antes de tocar tierra. A bordo de la aeronave con cabina de dos pisos iban 329 pasajeros y 19 miembros de la tripulación.
Las imágenes difundidas muestran que hubo daños tanto dentro de la cabina, como en los compartimentos de las máscaras de oxígeno y los ventiladores. De acuerdo con los datos del sitio Flight Radar 24, el avión registrado bajo la matrícula D-ABYP estaba a una altura de 33.000 pies antes de ser afectado por las turbulencias.
Aunque los pilotos decidieron subir otros 2.000 pies para tratar evitar la zona de mal tiempo, la iniciativa no tuvo el éxito esperado, ya que en solo un minuto la velocidad de la aeronave cayó de 946 kilómetros por hora a 450, antes de volver a subir a una velocidad de crucero de 955 km/h.
"El avión cruzó una zona de convergencia intratropical y fue afectado por una vaguada ecuatorial. Se trata de un área alargada de baja presión atmosférica que se ubica entre dos áreas de mayor presión. Hay que volar a través de ella. Esto significa que en esta depresión hay corrientes de aire que pueden provocar turbulencias. La seguridad del vuelo no estuvo en peligro en ningún momento”, indicó la vocera de Lufthansa al mismo medio.
Tras lo ocurrido, la línea aérea pidió disculpas por los inconvenientes causados e hizo énfasis en la importancia de utilizar el cinturón de seguridad durante todo el vuelo, una medida preventiva pero no obligatoria. Las turbulencias pueden hacer que un avión se sacuda o caiga repentinamente. Es la principal causa de lesiones durante un vuelo, pero no suele provocar más que el malestar de los pasajeros.
Luego del incidente, Lufthansa emitió un comunicado oficial para referirse a lo ocurrido: “El vuelo LH511 con salida el 11 de noviembre de Buenos Aires (EZE) con destino a Frankfurt(FRA) se encontró con una turbulencia breve pero severa mientras volaba en una zona de convergencia intertropical. El Boeing 747-8, con matrícula D-ABYP, llevaba 329 pasajeros y 19 miembros de la tripulación a bordo”.
Luego, en el mismo texto se agregó: “Tres pasajeros y varios miembros de la tripulación sufrieron heridas leves y recibieron tratamiento médico inmediatamente después del aterrizaje seguro del avión el 12 de noviembre a las 10.53 hora local. El equipo de asistencia especial de Lufthansa está prestando apoyo a los pasajeros afectados”.
“La seguridad del vuelo no se vio comprometida en ningún momento. Lufthansa lamenta cualquier inconveniente causado a los pasajeros. La seguridad y el bienestar de los pasajeros y miembros de la tripulación siguen siendo siempre la máxima prioridad de Lufthansa”, cerró.
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