En el proyecto denominado Secundaria del Futuro, el gobierno plantea, entre otros puntos, que los alumnos del último año realicen prácticas en empresas, pero los jóvenes las rechazan advirtiendo que lo que se busca es obtener mano de obra barata y piden rediscutir la propuesta, lo que derivó en las tomas que ayer alcanzaban una treintena de establecimientos.
Agustín, del Centro de Estudiantes del Normal 2 ‘Mariano Acosta’, dijo que “mantenemos la esperanza de que así como dijo que no iba a recibirnos (mientras continuaran las tomas), el proyecto de reforma se baje”.
“Nuestra postura respecto al proyecto de reforma es inamovible y esperamos que mañana (por hoy) se abra una instancia de diálogo, y en el caso de que no lleguemos a un acuerdo, tenemos como última instancia acudir a la Justicia’, adelantó el adolescente. A su vez Rocío, del Normal 1 Roque Sáenz Peña, aseguró que la postura del Centro de Estudiantes es que “la reforma no se aplique ya que en su totalidad tiene puntos conflictivos”.
“Es un proyecto meramente empresarial, comercial y que fomenta la competitividad”, dijo la alumna, que cuestionó las declaraciones de la ministra respecto a la influencia partidaria. “No sabe nada del movimiento estudiantil porque no es necesario tener afinidad con algún partido para tener voz y voto”, acotó la joven.
Desde que se inició el conflicto a finales de agosto, por primera vez un grupo de madres y padres autoconvocados manifestó su rechazo a la modalidad de protesta de los alumnos y no descartó realizar un planteo ante la justicia.
Se trata de un grupo de padres de la Escuela Carlos Pellegrini, que solicitó a las autoridades y representantes del centro de estudiantes que den por concluida la medida de fuerza a la que calificaron de ‘extrema’ a través de una cuenta creada en Facebook. “La ‘toma’ no ha sido planteada con un objetivo claro y razonable, logrado el cual se pueda proceder a su levantamiento”, indicaron en ese texto.