Llegaron el 20 de junio a la planta de PepsiCo y había un cartel. “Se comunica al personal que queda transitoriamente liberado de prestar servicios manteniendo el goce de haberes”, decía. De las 600 personas que se quedaron sin trabajo ese día, más de 200 son mujeres. El conflicto y la tensión crecieron hasta que llegó el punto de la explosión que desencadenó en los hechos que ocurrieron en la Florida
"Pedimos la presencia de abogados y diputados para que nos protejan frente a la gran represión que vimos desde el techo", rogó Camilo Mones en diálogo con la agencia de noticias Télam. En la calle, los trabajadores intentaron mantener la resistencia. A los gritos y con una lucha que, ahora, tomó otra dimensión. Durante las ruedas de prensa uno de los gritos que se escuchó fue "nos vamos a ver en Mar del Plata". Lo captaron las cámaras de televisión y los micrófonos de radio.
La ciudad balnearia es el lugar elegido por la empresa para relocalizar la planta y se convirtió en el próximo objetivo de los trabajadores, pero todavía no hay definiciones sobre un supuesto viaje.
En los alrededores de la fábrica había pintadas. Contra la empresa, contra el gobierno y, principalmente, contra Rodolfo Daer, Secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación de la Sanidad Argentina y hermano de Héctor Daer, miembro del triunvirato que conduce la CGT. "Daer traidor", la que más se repitió. Luego de ser desalojados, los trabajadores se congeniaron en un solo grito de reclamo: "Paro general, paro general".
Ya en charla con DIARIO POPULAR, Mones –delegado de la comisión interna- explicó: "Esta lucha es un símbolo. Esto pasa en todo el país y nadie está haciendo nada. La CGT tampoco, estamos haciendo lo que teníamos que hacer".
Sin el control de la planta, la búsqueda de los trabajadores irá en otro plano. "La lucha no se detiene", indicó Mones. Charlas, reuniones y uniones con otras comisiones del sector. Incluso intentarán generar una manifestación en la calle para el martes 18 con movilización de diferentes gremios. La Confederación General de Trabajadores, por otro lado, se plegó a la lucha y llamó a una "movilización para el 22 de agosto"
El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) presentó en febrero de este año un informe que relató que la cifra de despidos llegó a 7400. Empresas del mismo sector como Cresta Roja, Havanna, Alco Canale y Nevares. Incluso, esta última planta cerró en febrero.
Cordones policiales en cada una de las entradas de la planta. Palos, sillas rotas y restos de fuego en el piso. Los camiones de basura inician la recolección y limpian los restos de lo que fue la resistencia. Silvina, una de las referentes, está allí desde hace quince días. "Me llegó el mensaje por whatsapp el primer día. Salimos todos juntos", relata.
Desde ese día en adelante, al expandirse el tiempo de la protesta, el ímpetu parece que disminuye. Días y noches sin dormir para cada uno de los trabajadores. "La bronca nos mantiene unidos, la impotencia y las ganas de trabajar. Estamos todos juntos".
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