El audio que comenzó a viralizarse con inusitada rapidez este martes en las redes sociales fue atribuido a Cinthia Solange Dhers, una cirujana de Palermo que, a través de sus palabras, denota un amplio corte discriminatorio contra sus vecinos del exclusivo barrio de Nordelta, donde compró un departamento de lujo valuado en más de 200 mil dólares.
“No me divierte estar en Nordelta, mirando el lago, viendo gente en una reposera de Mar del Plata en el muelle tomando mate. Para eso, no invertía 200.000 dólares y me quedaba en mi propio campo o me compraba una casa”, se quejó Dhers a su agente inmobiliaria, una mujer llamada Michelle.
“Yo soy una cirujana, una mujer normal, pero tengo determinados códigos de estética visual y de estética moral. La gente no se ve mala, pero se ve que es gente que viene de barrios visualmente no muy buenos. Me molesta ver un grupo de gente que lleva al perro a la pileta como si estuviéramos en la Bristol de Mar del Plata”, agrega en el audio en el que califica de “grasas” a sus vecinos y justifica su inversión en el hecho de que quería comprarle una casa a su hija para que “se roce con otro tipo de gente”.
A los pocos minutos de circular por las redes sociales, los internautas ya habían podido identificar a su autora. Dhers, de 53 años, se desempeña como cirujana pero -advirtieron- figura como Monotributista ante la AFIP, condición que se contradice con su poder adquisitivo. Asimismo, en la supuesta copia de su constancia de inscripción ante AFIP no se registra el pago de impuestos.
A pesar de este último dato, Dhers figura como la supuesta titular de una cuenta offshore (Absolute RE Investments Inc) radicada en el estado de Florida (Estados Unidos).
Pero el dato más revelador es el hecho de que en agosto de 2010, la médica recibió la confirmación de una condena por mala praxis realizada por la Sala Sexta de la Cámara. En dicha ocasión se confirmaba una medida dispuesta en primera instancia por la jueza Yamile Bernan contra Dhers, a quien embargaba por el monto de 15 mil pesos.
De acuerdo a los documentos de la causa, la denuncia fue presentada por Mirta Beatriz Fernández, quien se había sometido en marzo de 2007 a un tratamiento de mesoterapia en la Clínica de Revitalización y Estética de Dhers, ubicada en la calle Seguí al 3500, en la Capital Federal.
De acuerdo a lo asentado en el expediente, Fernández fue inyectada con ácido azelaico y ácido fítico que se encontraba contaminado y le causaron “lesiones papulopustulosas secretantes”.
Dicha clínica a su vez llegó a figurar entre las varias ofertas de sitios de cupones de descuentos en el año 2013.
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