El papa Francisco respaldó a los jueces que se reunieron en Rosario por los delitos vinculados al narcotráfico que asolan a esa ciudad santafesina.
El Papa brindó su apoyo al sostener que “cada uno de los poderes del Estado trabajen en unidad de intentos con el fin de salvaguardar el bien común y erradicar esta lacra de la sociedad”, en una carta que lleva la firma del nuncio apostólico en Buenos Aires, el arzobispo Miroslaw Admczyk.
De esta forma lo transmitió en una carta dirigida a los organizadores del encuentro, y que lleva la firma del nuncio apostólico en Buenos Aires, el arzobispo Miroslaw Admczyk.
Jorge Morán, presidente de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal, también integra la Asociación de Jueces y Juezas Federales (AJUFE).
Junto a él se ubicaron los cuatro integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti.
También estuvo Eduardo Casal, quien está cargo interinamente de la Procuración General de la Nación y el secretario general de AJUFE, el juez federal de la Capital, Ariel Lijo.
En el encuentro participaron más de un centenar de jueces y juezas federales que son los encargados de investigar los casos de narcotráfico en todo el país.
El Texto completo
El texto de la carta señala que: “El papa Francisco saluda cordialmente a los organizadores y participantes en el “Encuentro nacional de la justicia federal. Rosario: El juzgamiento del narcotráfico”, que se celebró el 12 de mayo. El Santo Padre los anima en su reflexión sobre los desafíos que, en las duras condiciones actuales deben afrontar los servidores públicos para dar una respuesta a esta problemática, llamando a que cada uno de los poderes del Estado, en su propia autonomía y responsabilidad, trabajen en unidad de intentos, con el fin de salvaguardar el bien común y erradicar esta lacra de la sociedad. Con estos deseos, y a la vez que ruega recen por él y su servicio a la Iglesia universal, Su Santidad los encomienda a la materna intercesión de la bienaventurada Virgen María, sede de la sabiduría, haciendo los mejores votos por los frutos de este encuentro”.
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