Una protesta de vecinos provocó un caos del tránsito en la Autopista Riccheri y sus alrededores. La medida afectó a ambas manos en el kilómetro 14,200, casi a la altura Avenida General Paz.
Se trató de unos 40 manifestantes que denuncian a efectivos de la Policía bonaerense de robar dinero durante un allanamiento hace algunos días, y para hacer oír su reclamo decidieron bloquear el tránsito en ambos sentidos quemado neumáticos.
Este reclamo, que se originó cerca del Mercado Central, también generó inconvenientes en la Dellepiane, en la ruta 3 y en la Autopista Buenos Aires-La Plata.
Efectivos de la Gendarmería se mantuvieron inertes frente al corte y ordenando el tránsito, ya sea mano a Ezeiza o al centro porteño; el embotellamiento llegó a 8 kilómetros de colar, y a los automovilistas les llevó, en promedio, 50 minutos para hacer 2 cuadras en las trazas linderas en su intento por escapar de la zona.
El camino alternativo para salir, dado a conocer por los especialistas, fue por la Ruta 3 y Camino de Cintura, aunque -como era previsible- con el correr de las horas también se colapsaron ambas.
Los más afectados por el corte son las personas que se dirigen hasta el Aeropuerto Internacional de Ezeiza ya que, en un principio, la protesta había comenzado en dicha mano. Cerca de las 13 se conoció que hubo ocho vuelos internacionales postergados ya que las tripulaciones no pudo arribar al aeropuerto, así como tampoco los pasajeros, literalmente parados sobre la Riccheri, sin poder avanzar.
Momentos de tensión se vivieron cerca de las 12.30 cuando algunos automovilistas se enfrentaron con los manifestantes y se insultaron cara a cara. A uno de ellos, una mujer que iba a bordo de un Volkswagen Gol, la dejaron pasar por un sector reducido que estaba contra guardarail ya que manifestó estar en shock porque sus hijos la necesitaban. En cambio, al conductor una camioneta Toyota Hilux le impidieron el paso con la colocación de más neumáticos en el fuego.
“Es denigrante. ¿Hasta cuándo vamos a tener la paciencia?. Somo un país de cobarde. Hace 3 horas que quiero llegar al trabajo, tengo gente esperándome para comprar mercadería. Soy de Lomas del Mirador y tengo a 100 personas trabajando. No puedo más créanme, me quiero ir del país”, dijo el hombre al ser entrevistado por todos los móviles en medio del piquete.
“Tengo una impotencia terrible, me dan ganas de pisarlos y pasarlos por arriba te lo juro por Dios. Pero voy preso encima. Es increíble que nos pase esto y no tengamos huevo para evitar que nuestros hijos y nietos se vayan de nuestro país. Hacen un pueblo de pobres. ¿Tan caraduras son los políticos?”, se indignó Sergio al hablarle fijo a la cámara, cuando le avisaron que estaba saliendo.
El piquete se destrabó con la llegada de una funcionaria del Gobierno bonaerense, una joven abogada que dialogó con los piqueteros y les prometió que serían recibidos para ahondar en la investigación que se lleva a cabo tras la denuncia de robo por parte de efectivos policiales en un allanamiento llevado a cabo hace algunos días.