Según el más reciente informe dado a conocer por el Observatorio vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), sólo la mitad de quienes conducen en Argentina motos usan casco.
Esto surge del un relevamiento titulado "Estudios observacionales del comportamiento de personas usuarias de la vía en municipios" donde participaron 56 municipios pertenecientes a 18 provincias del país.
La muerte de El Noba, quien se accidentó cuando manejaba su moto sin casco, se transformó espontáneamente en un mensaje para quienes circulan en este tipo de vehículo, especialmente los más jóvenes.
Los resultados señalan que el 51,% de los conductores de moto usan casco y que apenas el 27,6% de los pasajeros de motos lo llevan cuando viajan como primer acompañante, ya sea adelante o atrás del conductor.
Además el relevamiento detalla que el 46,4% de las motos circulan con todos sus ocupantes con casco y que apenas el 17,8% de los menores de 15 años que viajan en un rodado de este tipo lo hacen con su correspondiente protección, lo cual los deja aún más expuestos a los menores frente a la desidia de los adultos responsables.
Del mismo informe del Observatorio se desprende que en los municipios con mayor población es cuando más se usa el casco, tal el caso de aquellos con más de 100 mil habitantes, donde el porcentaje de uso llega hasta el 64,3%, mientras que en los de hasta 30 mil habitantes ese número es de apenas un 36,7%
Vale recordar que el uso de casco es obligatorio de acuerdo al Art. 40 de la Ley 24.449. Está comprobado que quien usa un casco de manera correcta (un casco homologado, del tamaño correcto y bien abrochado) tiene hasta un 85% menos de posibilidades de sufrir lesiones graves.
A su vez se determinó que la tasa de mortalidad se reduce en un 73% para quienes usen casco al viajar en una moto ya que: protege la cabeza ante un impacto, dispersando la energía; mejora la audición al reducir el ruido del viento; protege la visión al evitar (con la visera) que los ojos se expongan a cuerpos extraños; protege la mandíbula, punto crítico en un impacto (en el caso de un casco cerrado).