El hecho que de milagro no terminó con víctimas fatales ocurrió en Díaz Vélez al 4100, en el barrio porteño de Almagro. "Es algo que se podría haber evitado. Nos podrían haber matado", declaró una de las implicadas.
En el marco del temporal que este miércoles viene afectado al Área Metropolitana de Buenos Aires y a otras zonas del país, una pareja de jubilados que circulaba este mediodía con su Peugeot por la avenida Díaz Vélez al 4100, en el barrio porteño de Almagro, rumbo al casamiento de la hija de la mujer casi fallece cuando un árbol se desplomó y cayó encima de su auto.
Milagrosamente, solo sufrieron heridas leves, aunque ambos se perdieron la ceremonia. Tras la caída, el añejo ejemplar ocupó los cuatro carriles de la avenida, lo que generó que empleados municipales de la Comuna 5 llegaran al lugar con motosierras para dividirlo en partes y liberar la traza nuevamente.
Un Citroën C4 que iba algunos metros más adelante terminó con un brazo del árbol incrustado en el parabrisas. Además, a este vehículo se le destruyó el baúl. El resto, sufrió roturas menores. En total, según informó el SAME, atendieron a cuatro pacientes, tres hombres y una mujer. Tres resultaron hospitalizados con politraumatismos.
"Veníamos despacito y se nos vino el árbol. Según la gente de acá, hace como 20 años que lo tenían que sacar. Ahora no tengo cómo moverme, yo soy de provincia, de San Justo”, se quejó Carlos, de 75 años, el hombre que iba al volante del Peugeot. En diálogo con A24, relató que por el estruendo que provocó el impacto pensó “que se había caído un departamento”. También contó que le dolía la rodilla izquierda y que se le dificultaba caminar.
Celia, su pareja y madre de la novia que se casó por civil, no escondió la bronca que le provocó el siniestro: “Realmente esto es bochornoso. Es algo que se podría haber evitado”. “Nos podrían haber matado, y no es solamente el daño material que nos hicieron, sino el daño psicológico. Falté al casamiento de mi hija. Hace dos meses pasó lo mismo acá a la vuelta”, continuó la mujer.
En cuanto al momento del desastre, recordó: “Quedamos encerrados en el auto, un pánico total. El vidrio que estalló, el techo que se hundió, el ruido terrible, no entendés qué pasa en el momento, es horrible”. Entre lo que detalló cuando la entrevistaron, Celia dijo que algunas cuadras más adelante iban a levantar a dos acompañantes que también iban al casamiento: "Si hubieran estado en el auto cuando cayó el árbol, el resultado podría haber sido fatal, ya que fue en ese sector del habitáculo donde impactó de lleno el tronco".
Luego de la ola de calor, un intenso temporal de lluvia, viento y granizo golpeó con dureza a la ciudad de Rosario y las zonas aledañas durante este miércoles. La tormenta sorprendió a los santafesinos, con ráfagas que dejaron como saldo la inundación de calles, caída de árboles y daños en la infraestructura urbana.
Todo comenzó alrededor de las 6 de la mañana, con intensas precipitaciones y fuertes vientos que azotaron el tradicional centro urbano. Vastas zonas del ejido se oscurecieron. En un período de tiempo estrecho, por la fuerza del agua, se acumuló una gran cantidad de agua en las calles y avenidas, que no hicieron tiempo a escurrir.
El director de Protección Civil de Rosario, Gonzalo Ratner, informó que en menos de una hora cayeron 59 milímetros de agua, acompañados por ráfagas de viento que alcanzaron los 102 km/h. “En poco tiempo cayó lo que puede ocurrir en un fenómeno completo”, explicó en diálogo con El Tres. Una hora y media después, se registró otro chaparrón que agravó los anegamientos en distintos puntos de la ciudad. “Afectó a Rosario y localidades aledañas con mucha intensidad y luego avanzó hacia el oeste”, indicó Ratner.
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