Durante la tarde de ayer, los fuertes vientos que hubo en la Ciudad de Buenos Aires generaron inconvenientes en los vuelos comerciales que operaron en Aeroparque, por lo que un piloto de la aerolínea FlyBondi tuvo que realizar una arriesgada maniobra para evitar un accidente.
El hecho ocurrió el domingo 30 de abril, minutos antes de las 16:00, cuando un Boeing 738-8U3 proveniente de Comodoro Rivadavia (vuelo FO5501), se aproximaba a la pista del Aeropuerto Jorge Newbery para culminar su trayecto con el aterrizaje. Sin embargo, cuando el avión estaba a pocos segundos de tocar la pista, se comenzó a balancear de un lado por el otro y el piloto decidió volver a levantar vuelo, lo que en la jerga aeronaútica se denomina como un “escape”.
Ante la imposibilidad de realizar un aterrizaje seguro, el comandante y las autoridades aeronáuticas decidieron desviar la operación hacia Ezeiza, donde los pasajeros pudieron culminar su viaje sin inconvenientes.
El piloto y consultor aeronáutico Carlos Rinzelli explicó que la decisión del comandante fue “absolutamente inapelable”. “La maniobra que realizó se llama ‘go around’, traducido como escape, y se da cuando el piloto se ve obligado a abandonar el intento de aterrizaje, es más común de lo que creemos, en este caso lo que llamó la atención es que se realizó a sólo 10 metros del piso y fue filmado”, explicó el especialista en diálogo con Radio 10.
En el video de puede ver como la intensidad del viento se incrementó cuando el avión estaba a punto de tocar la pista y el piloto “sanamente” tomó la decisión de volver a levantar vuelo. “Hizo lo que tenía que hacer, poner arriba de la mesa la seguridad, más allá de que cuando ves el video te asustás, igual lo sufrimos más los que estamos afuera que los que estaban adentro de la aeronave”, detalló.
Los pasajeros sólo sufrieron el contratiempo de aterrizar en otro terminal, pero llegaron sanos y salvos a destino. “Lo único que deben haber sentido es el estallido del motor, cuando pasás de un modo reducido a un motor pleno para poder levantar vuelo nuevamente”, precisó Rinzelli.
Aunque el hecho fue impresionante, no fue el único avión que tuvo que abortar su aterrizaje. Un Embraer de Aerolíneas Argentinas y otro 737 de la brasileña Gol debieron abortar también sus aterrizajes a último momento por los vientos laterales.
“La atmósfera es un ser vivo, como los ríos o los océanos. Ayer hubo muchos vientos arrachados y cuando vos tenés vientos arrachados no tenés manera de estabilizar la nave”, contó Ezequiel Sicardi, otro especialista en la cuestión.
“Sube y baja el velocímetro, la incidencia del viento en la aeronave varía todo el tiempo. Venís estabilizando al avión, luchando para estabilizar contra un viento que te corre del eje de pista. Ahí tomas la decisión. ¿Aterrizo o le doy potencia a motores para volver a volar para estabilizar o ir a otro aeropuerto como puede ser Ezeiza?”, agregó Sicardi.
En la aviación, “go around” es una maniobra de aborto de aterrizaje que realiza un avión cuando no puede aterrizar con seguridad en la pista. Si el piloto detecta que la pista está ocupada, hay condiciones meteorológicas adversas -como en los hechos ocurridos el domingo-, hay una aeronave u otro obstáculo en la pista, o cualquier otra situación que pueda poner en peligro el aterrizaje, puede decidir realizar una maniobra de “go around”.
Durante un go around, el avión aumenta su potencia y sube para ganar altura e intentar aterrizar de nuevo. También se puede realizar en cualquier momento durante el aterrizaje si el piloto no se siente cómodo o seguro con las condiciones.