Victoria's Secret, la marca de lencería que durante años tuvo la primera palabra sobre el concepto de "sexy" y convirtió a los "ángeles" de la moda en objeto de deseo, ha emprendido un giro que busca empoderar a las mujeres y dejar de reforzar unos estereotipos de belleza inalcanzables para la mayoría.
"En Victoria's Secret, estamos haciendo un viaje increíble para convertirnos en el principal defensor de las mujeres del mundo. Este es un giro dramático para nuestra marca, y es un giro que acogemos desde nuestro interior", dijo días atrás en un comunicado su consejero delegado, Martin Waters, para presentar su "lavado" de cara.
La empresa, arrastrada a la decadencia por la modernización de la sociedad, las reivindicaciones de mayor diversidad en la moda y el movimiento #MeToo, ha puesto su imagen en manos de siete figuras con "éxito" y una "pasión común por el cambio positivo" para definir el futuro de la que considera la marca de moda femenina más reconocible a nivel internacional.
Entre ellas están la futbolista y activista de la comunidad LGTB Megan Rapinoe; la actriz y empresaria Priyanka Chopra Jonas o la primera modelo trans que desfiló para la firma, Valentina Sampaio, quienes forman The VS Collective, encargado de crear "colecciones revolucionarias" y generar apoyo para "causas vitales para las mujeres".
En su cuenta de Twitter, Rapinoe opinó recientemente que las portavoces son "iconos de nuestro tiempo" y adelantó que trabajará para "mostrar a TODAS las mujeres su belleza y poder individual y colectivo" desde la firma, que ha reestructurado también su cúpula ejecutiva para incluir a una mayoría de mujeres.
En una entrevista con The New York Times, Rapinoe fue más allá y describió el mensaje "patriarcal y sexista" que enviaba con su imagen la anterior Victoria's Secret, pensada "desde una óptica masculina y a través de lo que deseaban los hombres", como "realmente perjudicial".
Una de las primeras iniciativas de The VS Collective será un pódcast en el que las "fundadoras" del grupo compartirán sus historias y experiencias con la periodista Amanda de Cadenet, que también es portavoz colaboradora de la marca.
Los desfiles de delgadas modelos, a las que se conocía como "Angels", y los anuncios de lencería hipersexualizados han ido perdiendo adeptos y ganando detractores, como si fuera algo que quedó atrapado en el tiempo, de los años 90 o de principios del siglo XXI.