El Consejo de Entidades de Salud (CONAES), reclamó una “urgente recomposición de aranceles” y denunció un “contexto de grave desfinanciamiento que hace peligrar la continuidad de los prestadores, afectándose miles de puestos de trabajo”.
La entidad, que nuclea a clínicas, geriátricos, instituciones psiquiátricas y prestadores de diagnóstico médico ambulatorio, manifestó por medio de un comunicado que “el desfasaje entre costos y aranceles depreciados es ya insostenible”.
Particularmente, reclamó la “urgente” recomposición de aranceles para hacer frente a la próxima paritaria salarial”.
Los establecimientos nucleados en CONAES brindan servicios en sus distintas especialidades a las Obras Sociales Nacionales, Sindicales, Provinciales, PAMI y Empresas de Medicina Prepaga.
La entidad expreso su grave preocupación ante lo que denomina “el continuo aumento de los costos (insumos médicos, no médicos y salariales) y el impacto de la inflación y la inestabilidad cambiaria, “que afectan directamente a los costos operativos e inversiones del sector”.
Los prestadores de salud nucleados en CONAES advirtieron que ya están en marcha las conversaciones con la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), con miras a definir el acuerdo paritario 2018/19 que regirá a partir del mes de julio próximo.
En ese contexto, la entidad destacó que la suba de los aranceles permitirá afrontar la negociación salarial con el gremio de la sanidad.
CONAES destacó además que “los aranceles de las prestaciones se continúan actualizando muy por debajo del nivel de dichos costos, y se cobran con 60, 90 y hasta más de 120 días de retraso”.
“Los prepagos y obras sociales nacionales y provinciales no trasladan en su totalidad los mayores fondos que reciben por aumento de recaudación y cuotas a los aranceles prestacionales que pagan a las instituciones que representa” cuestionó CONAES.
En su severo diagnóstico, la entidad añadió que “otro indicador de esta situación está dado por el incumplimiento del PAMI de sus compromisos asumidos en materia de recomposición arancelaria a sus prestadores, poniendo también en serio riesgo la atención de sus beneficiarios”.
A la larga lista de reclamos CONAES agregó que la carga impositiva que trae como consecuencia “una grave desfinanciación del sector que hoy se puede definir como límite”.
“Los impuestos que gravan el sector son similares a los de cualquier otra actividad que no se dedica a prestar un servicio público esencial, con el agravante que para las empresas de salud existe un sobrecosto adicional por el “IVA no computable”, indicó la entidad.