En la plaza San Pedro del Vaticano se inauguró un pesebre y se encendió un árbol de Navidad, al mismo tiempo que se decoraba el interior de la Santa Sede con otro pesebre, el cual fue elaborado por artesanos de Guatemala.
El presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Fernando Vérgez Alzaga, y la secretaria general, Raffaella Petrini, fueron los encargados de inaugurar las iluminaciones y decoraciones navideñas que estarán presentes hasta el final de la Navidad, que coincide con la fiesta del Bautismo del Señor, el domingo 8 de enero.
A pesar de la lluvia y el frío que azotó la ciudad, fieles y curiosos presenciaron la inauguración del pesebre en la plaza y de un árbol de Navidad procedentes de los municipios italianos de Sutrio (norte) y de Roselló (centro), respectivamente.
El Nacimiento, íntegramente de madera de cedro, cuenta con una semiesfera a modo de gruta donde se exhibe a la Sagrada Familia, alrededor de la cual se situaron personajes de tamaño natural esculpidos a mano y que "respetan al máximo el medio ambiente", según indicó el Vaticano.
Por su parte, el municipio de Rosello, que cuenta con una importante tradición en el trabajo de la madera, entregó un abeto blanco de unos 30 metros de altura con adornos realizados por los pacientes de la residencia de rehabilitación psiquiátrica "La Quadrifoglio".
El interior del Vaticano, en una de las principales y más amplias salas, va a estar el pesebre guatemalteco, decorado con amplias telas de colores, donde predomina el dorado, y con estatuas de madera que realizaron los artesanos locales respetando en todo momento la tradición del país centroamericano.
El Papa Francisco, que suele visitar la decoración de la plaza en la noche del 31 de diciembre, alentó hoy a redescubrir símbolos navideños tan importantes como el "simple y familiar" pesebre, que recuerda "una Navidad diferente a la consumista y comercial", en la audiencia a los donantes de las decoraciones y entre los que se encontraba el ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Mario Bucaro Flores.
"En su auténtica pobreza, el belén nos ayuda a redescubrir la verdadera riqueza de la Navidad, y para purificarnos de tantos aspectos que contaminan el paisaje navideño", explicó el pontífice, mientras que sobre el árbol destacó a la importancia que las "raíces" tienen "también para los hombres".
Por su parte, el canciller guatemalteco resaltó lo importante que es "para el pueblo de Guatemala” estar presentes, ya que, como dijo el Papa, “somos el continente de la esperanza" y "tanto gobierno, como sociedad civil e iglesia nos unimos para poder festejar este momento tan trascendental como es la Navidad" en el Vaticano.
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