Aunque se puede rezar a San Expedito en cualquier momento, es especialmente común acudir al día 19 de cada mes, en conmemoración del día de su martirio, y más precisamente en el mes de abril, cuando se conmemora su día, especialmente en su iglesia del barrio de Balvanera (Azcuénaga y Bartolomé Mitre).
También es habitual rezarle durante situaciones de urgencia o necesidad, cuando se requiere una solución rápida e inmediata.
La devoción a San Expedito se debe a su reputación como el Santo de lo imposible y de las causas urgentes. Muchas personas han experimentado milagros y soluciones rápidas a sus problemas tras rezarle, lo que ha aumentado su popularidad a lo largo de los años. Además, su lucha contra la procrastinación en la fe es un ejemplo inspirador para aquellos que buscan una vida espiritual más activa y comprometida.
San Expedito fue un soldado romano que vivió en el siglo IV. Según la leyenda, se convirtió al cristianismo después de tener una visión de la cruz, con la inscripción "Hodie" (hoy, en latín) en ella.
Al mismo tiempo, se le apareció un cuervo que le susurró "Cras" (mañana, en latín), instándolo a posponer su conversión. Expedito aplastó al cuervo y se convirtió en ese mismo momento, declarando que no pospondría su salvación ni un día más.
San Expedito bendito protector nuestro:
guerrero y mártir que ahora gozas del Paraíso Eterno,
hoy me arrodillo ante ti para pedir tu asistencia,
te reclamo con urgencia y fervor
para que vengas en mi auxilio.
Las necesidades urgentes que hay en mi vida
no me permiten el descanso
vivo en estado de preocupación y de depresión continua.
Me siento solo y desesperado,
el abatimiento me acompaña,
el desconcierto me guía, y el sufrimiento se ha apoderado de mi.
Tú que eres el santo patrón de las causas justas y urgentes,
ayúdame, santo glorioso, a levantarme.
Te pido que acudas presto y derrames sobre mí
el valor, la energía, la esperanza,
que alivies mis penurias y miserias,
para que con tu mediación logre solucionar
las angustiosas necesidades,
los problemas económicos que me apremian
y la ruina de la que no se como salir,
te pido que con tu caridad me concedas:
(Mencionar ahora la petición).
Ayúdame a utilizar mi coraje,
a desarrollar mi fuerza y potenciar mi voluntad,
para que la terrible situación por la que ahora estoy pasando,
se resuelva pronto y todo quede en un recuerdo,
que todo sea una experiencia que tuve que pasar
para aprender y mejorar,
y que solucionados los obstáculos
se abran mis puertas a un futuro de éxito y prosperidad.
Glorioso San Expedito, oye mi suplica,
te ruego atiendas mis ruegos con urgencia.
Gracias san Expedito, santo benevolente,
pues se que estas aquí conmigo, escuchándome,
y que mi mejoría comenzará en este mismo momento,
yo te lo agradeceré el resto de mi vida
y llevare tu nombre al que lo precise.
Amén.
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Gloria