Afganistán: dos argentinos varados pudieron salir del país

Este martes se informó que dos de los cuatro argentinos que estaban varados pudieron salir por sus propios medios. Según informó Cancillería, los otros dos se encuentran “en buen estado y en contacto con la Embajada argentina”.

Los argentinos Gilberto Velázquez Franco (que es funcionario de las Naciones Unidas) y Andrés Arévalo, piloto de una ONG internacional, pudieron abandonar el conflictivo país este martes.

“Este hombre es el piloto de un avión que estaba al servicio de la ONG justamente para hacer traslados y logística dentro de Afganistán. Era un avión chico que estaba listo para salir cuando estuviera la posibilidad”, explicaron voceros de Cancillería.

De acuerdo con Cancillería, Velázquez Franco partió de Afganistán con rumbo a Kazajistán a bordo de un avión de la ONU que fue buscar funcionarios del organismo internacional.

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Los otros dos argentinos, Melisa Rolls y Rodolfo Yamila, también vinculados a una ONG, tienen un vuelo con destino a Estambul, pero que por el momento está cancelado. Se encuentra en buen estado y en contacto con la embajada argentina de Pakistán (que atiende la situación en Afganistán) y está integrado por miembros de la Organización de las Naciones Unidas y ONGs, y un piloto.

El embajador argentino en Pakistán, Leopoldo Sahores, que atiende los asuntos de Afganistán, dijo en declaraciones a la prensa que esa legación diplomática se encuentra "en contacto permanente" con el grupo a la espera de que se active un plan de evacuación.

"Hacemos un seguimiento permanente, tienen provisiones, no están en situación de vulnerabilidad, aunque sí están preocupados por el clima social tras los acontecimientos del fin de semana", dijo Sahores.

Miles de personas acudieron este lunes al aeropuerto de Kabul en un intento por huir del país tras la ofensiva relámpago de los insurgentes que desató el colapso del Gobierno y la huida al extranjero del presidente Ashraf Ghani.

El fulgurante triunfo de los insurgentes, que celebraron el lunes a la noche el palacio presidencial en Kabul, y las aglomeraciones en la terminal aérea desencadenaron el pánico en la única salida del país, donde miles intentaban huir del nuevo régimen que el movimiento islamista radical, de regreso al poder luego de 20 años de guerra, promete establecer.