Una mujer entabló una amistad con una indigente durante los últimos dos meses de su embarazo para luego asesinarla, practicarle una cesárea y robarle el bebé. El hecho que conmociona al mundo tuvo lugar en Soacha, al sur de Bogotá, en Colombia, y aconteció el 9 de abril pasado aunque los detalles de la investigación trascendieron en las últimas horas.
La víctima fue identificada como Sandra Johanna Álvarez, de 37 años, quien vivía de manera precaria en la calle y fue seducida por Alejandra Yadira, de 23, quien -según los investigadores- había perdido un embarazo meses antes.
A base de promesas, Yadira se habría ganado su confianza durante la última etapa de la gestación pero el macabro plan era quedarse con el bebé por nacer. Para eso, según fuentes policiales, contrató a un hombre para que la ayudara a cometer el crimen, a quien le habría pagado 15 millones de pesos colombianos (unos 4.000 dólares).
Según el alcalde de Soacha, Juan Carlos Saldarriaga, la autora intelectual y el autor material pusieron en estado de indefensión a la habitante de calle en una zona rural adonde la habían citado, la degollaron y le practicaron una cesárea rudimentaria para sacarle el bebé que llevaba en su vientre.
Álvarez falleció debido al cruel procedimiento, mientras que la mujer tomó al recién nacido para hacerlo pasar por su hijo y huyó dejando el cuerpo abierto de su víctima, y precisamente el caso se inició con el reporte de semejante hallazgo.
Con el paso de los días las pesquisas tomaron otro rumbo al conocerse el caso de una mujer que, luego de haber perdido un bebé, había aparecido con otro recién nacido para ser atendida en un hospital público. Como los facultativos la notaron nerviosa, decidieron dar aviso a la Policía.
Tras cotejar su testimonio, los investigadores lograron demostrar con pruebas (mediante videos de cámaras de seguridad) que se trataba de la misma persona que estaba detrás del crimen.
"La Policía recibe la llamada de un centro médico, donde informan que una mujer había llegado con un bebé recién nacido, manifestando que inició labores de parto, pero no logró llegar a un hospital, por lo cual su hijo nació en su casa; en ese momento, los médicos ingresaron a la supuesta mamá con su bebé e iniciaron una serie de exámenes para ambas personas. Sin embargo, un hecho llamó la atención de los galenos, quienes notaron que la paciente no presentaba las características físicas y la carga hormonal de una mujer en estado de gestación reciente, por lo cual llamaron a las autoridades", informó la Policía.
Agregó que "al llegar al centro médico los investigadores se entrevistan con la joven de 23 años, quien se torna nerviosa, y al indagar sobre su embarazo entrega versiones confusas. De igual forma, toman contacto con la familia de la mujer, los cuales informan que ella estaba embarazada, pero de un momento a otro apareció con el neonato, afirmando que el nacimiento ocurrió de la nada, y por eso la llevaron al hospital".
Además la fuerza confirmó que "insistieron en confrontarla, resultando en una confesión por parte de la indiciada, quien narró la tenebrosa historia de cómo había estado en embarazo, pero tres meses después sufrió un aborto espontáneo, y desde ese momento empezó a crear un plan para ser madre; por eso, continuó fingiendo su gestación".
Al parecer la indigente sufría de adicciones a estupefacientes, por lo que Yadira la invitó a consumir sustancias psicoactivas, logrando que perdiera el sentido para ejecutar el cruel hecho.
Ahora está detenida (ya tenía antecedentes penales) a la espera del juicio y de una condena que podría ser permanente. El autor material está siendo buscado y correría la misma suerte.