Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, usó su cuenta de Twitter para pedirle a los dueños de las petroleras de su país que bajen el precio de los combustibles de manera inmediata.
"Mi mensaje a las empresas que gestionan las estaciones de servicio y fijan los precios en las estaciones de servicio es sencillo: es una época de guerra y peligro mundial", escribió el mandatario estadounidense en su cuenta oficial y agregó: "reduzcan el precio [...] para reflejar el costo que están pagando por el producto. Y háganlo ahora".
Para poder entender estos mensajes hay que ubicarnos en un contexto, en el cual los Estados Unidos están atravesando la mayor alza de precios desde 1982, con un costo de las naftas que bate récords históricos y una taza de inflación que es la más alta en 40 años.
El precio promedio de la nafta super en las estaciones de servicio estadounidenses se sitúa en 4,822 dólares por galón (3,785 litros), según los datos de la Asociación Estadounidense de Automóviles. El récord histórico se registró el pasado 14 de junio, cuando el precio llegó a los 5,016 dólares por galón.
El 22 de junio, Biden había solicitado al Congreso suspender la vigencia de los impuestos sobre los precios de la nafta y el diésel por espacio de 90 días para mitigar la subida de los precios. "Hoy llamo a una moratoria fiscal federal para la nafta, una moratoria fiscal estatal", expresó el presidente de EE.UU. En su opinión, la medida ayudará a reducir en un dólar o más el precio del galón del combustible.