Este domingo, miles de personas salieron a las calles en Mandalay, Sagaing y Bago, entre otros puntos, para reclamar a los militares el cese de la violencia, la liberación de todos los detenidos y el restablecimiento de la democracia.
"Todo el mundo tiene miedo, pero las protestas no van a parar", reza la pancarta al frente de la manifestación en la población de Myingyan, en la región de Mandalay, recoge Myanmar Now.
Hoy hicieron explotar una sucursal del banco Myawaddy, propiedad del Ejército, con un artefacto explosivo de fabricación casera.
Mientras que ayer hubo un asalto de un grupo de civiles contra un convoy militar en el noroeste del país, en la ciudad de Tamu. En este último ataque, el Ejército Nacional Kuki indicó en un comunicado en Facebook que 18 efectivos de las fuerzas de seguridad y un civil perdieron la vida durante el ataque en Tamu, cerca de la frontera con la India.
Bago, un campo de matanza
Dos días después comienza a surgir más información sobre la magnitud de la brutal represión ejercida por las fuerzas de seguridad contra un grupo de manifestantes en la ciudad de Bago, a unos 70 kilómetros al noreste de Rangún.
Al menos 82 personas perdieron la vida el sábado 10 de abril durante la acometida de las autoridades, según las cifras corroboradas por la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) que advierte que el número podría aumentar significativamente a medida que comprueben más datos.
"Algunas personas resultaron heridas y solicitaron asistencia médica, pero los militares no la permitieron y murieron desangrados. Los cuerpos de fallecidos y heridos eran apilados juntos", denuncia la asociación independiente que calificó lo sucedido como "campo de matanza" y un "crimen de lesa humanidad".
La oficina de Naciones Unidas en Birmania indicó que ha recibido informes sobre "el uso de artillería pesada contra civiles y la denegación de tratamiento médico a los heridos", publicó anoche en sus redes sociales.
"La violencia debe cesar de inmediato y pedimos a las fuerzas de seguridad que permitan que los equipos médicos atiendan a los heridos", instó el ente internacional.
Desde el sublevamiento y hasta el sábado, AAPP ha verificado al menos 701 muertos a raíz de la violenta represión de las autoridades; e informa de que 3.012 personas se encuentran detenidas por los uniformados, incluida la derrocada líder del gobierno civil, Aung San Suu Kyi.
Fuente: EFE