Los lemas de las protestas celebradas este domingo y la víspera en distintos puntos del país centran sus críticas a ASEAN, a la que acusan de legitimar a la junta militar después de que el viceministro de Asuntos Exteriores de Brunei, Erywan Pehin Yusof y el secretario general de ASEAN, Lim Jock Hoi, terminaran el sábado su visita de dos días al país.
Imágenes de las redes sociales muestran a manifestantes quemando banderas de ASEAN, una organización criticada en las últimas semanas tras la noticia, confirmada por la enviada especial de la ONU, Christine Schraner Burgener, de que sus estados miembros habían pedido a la ONU no imponer embargos de armas al golpe militar de Birmania.
Los dos representantes de ASEAN se reunieron, entre otros, con el líder de la junta, el general Min Aung Hlaing, en una visita que tenía como objetivo "debatir cómo ASEAN podría ayudar a Birmania a alcanzar una solución pacífica en el interés de su población", indicó la organización en un comunicado publicado anoche en su página web.
Las reuniones se centraron en la aplicación del consenso de cinco puntos aprobados durante la cumbre de líderes ASEAN celebrada el pasado 24 de abril en Yakarta en la que los diez estados miembros, incluida Birmania. Estos incluían el fin de la violencia de las fuerzas de seguridad contra civiles y la mediación de ASEAN en el conflicto entre la junta y sus opositores.
El nombramiento y el papel de un enviado especial de ASEAN para Birmania fue uno de los puntos tratados y la forma en que la organización puede facilitar "un diálogo constructivo" entre todas las partes fueron dos de los principales asuntos tratados en los encuentros.
Los dos dirigentes de ASEAN se felicitaron por "el renovado compromiso de Birmania para mantener canales de comunicación abiertos y efectivos" al tiempo que pidieron "la liberación de todos los presos políticos" del país.
La jornada más sangrienta en casi dos meses
Al menos 23 opositores al golpe de Estado militar y 20 miembros del Ejército murieron el sábado en distintos puntos del país, en la jornada más sangrienta en casi dos meses, según informaron este domingo medios locales.
El punto con mayor número de víctimas civiles fue la región de Ayeryawady, al oeste del país, donde al menos veinte vecinos murieron y varios resultaron heridos tras enfrentarse al Ejército con hondas y pistolas de gas de fabricación casera, informaron las agencias Delta News y Khit Thit Media.
El choque se produjo en la localidad de Kyonpyaw, 150 kilómetros al noroeste de Rangún, cuando los lugareños se enfrentaron a un grupo de militares que quería registrar la vivienda de un vecino acusado de esconder armas.
Al menos 847 personas perdieron la vida tras el golpe a raíz de la brutal represión ejercida por las fuerzas de seguridad contra manifestaciones pacíficas, según cifras de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos.
El Ejército justifica el golpe de Estado por un supuesto fraude electoral en los comicios de noviembre, en los que arrasó el partido de la depuesta líder Aung San Suu Kyi, como ya hiciera en 2015, y que contaron con el aval de los observadores internacionales.
Fuente: EFE.
comentar