Bolsonaro confirmó su decisión durante el fin de semana a través de redes sociales, en mensajes en los que incluyó el acceso a los cuatro decretos presidenciales que facilitan el armamento de civiles en el país sudamericano.
Desde su campaña electoral y como presidente, Bolsonaro siempre defendió el uso de armas por parte de los civiles. De hecho, uno de los símbolos que más se popularizó entre sus seguidores lo representan las ametralladoras o pistolas plasmadas en todo tipo de objetos alusivos a su Gobierno.
En cuanto asumió el cargo, una de las primeras medidas de Bolsonaro fue autorizar, también por decreto y sin pasar por el aval del Congreso, el derecho de todos los ciudadanos a poseer cuatro armas y, en casos excepcionales, otras dos, para lo que se flexibilizaron los requisitos de compra.
En 2019 el presidente intentó reforzar esta política armamentista con más facilidades, pero algunas de sus medidas fueron revocadas por los poderes Legislativo o Judicial.
Sin embargo, ahora volvió plantearlas en decretos que favorecen a tiradores deportivos, cazadores y coleccionistas porque les permite aumentar tanto el número de armas como de municiones.
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