El gobierno de Lula da Silva denunció que los 88 pasajeros iban "esposados" y el avión se encontraba en malas condiciones. También hay tensión entre EE.UU. y Colombia.
El gobierno brasileño anunció este domingo que pedirá explicaciones a Estados Unidos por el trato "degradante" ofrecido a sus ciudadanos durante un vuelo reciente de deportación. Además, señaló que el uso de esposas es una violación el tratado bilateral en asuntos migratorios.
"El Ministerio de Relaciones Exteriores enviará un pedido de aclaración al gobierno norteamericano y sigue atento a los cambios en las políticas migratorias en aquel país con el fin de garantizar la protección, seguridad y dignidad de los brasileños que residen allí", indicó el comunicado del Ejecutivo de Luiz Inácio Lula da Silva.
En ese sentido, la Cancillería brasileña dijo haber obtenido "informaciones detalladas" sobre el vuelo con 88 pasajeros que llegó el viernes pasado a ese país y en el que los ciudadanos deportados iban esposados, algo que choca con el acuerdo bilateral que rige estos viajes de repatriación, según las autoridades. "El uso indiscriminado de esposas y cadenas viola los términos del acuerdo con EE.UU., que prevé el tratamiento digno, respetuoso y humano de los repatriados", remarcó el texto.
La denuncia de la Cancillería no terminó ahí, ya que el avión se encontraba en "mal estado" con un sistema de aire acondicionado sin funcionar. La aeronave, que tenía como destino la ciudad de Belo Horizonte, se vio obligado a realizar una escala en Manaos por problemas técnicos, momento en que la Policía Federal tuvo conocimiento del uso de esposas y pidió a los agentes estadounidenses que las retiraran.
Asimismo, Lula ordenó que un avión de las Fuerzas Armadas transportara a los ciudadanos deportados hasta Belo Horizonte para evitar que continuasen el viaje en el otro aparato.
Este fue el primero vuelo de deportación desde que el presidente estadounidense Donald Trump tomó posesión del cargo el lunes pasado, aunque el viaje ya estaba programado antes del inicio de su mandato y se dio como parte de un acuerdo bilateral firmado en 2017.
La embajada de Estados Unidos en Bogotá anunció el cierre de su sección de visados a partir de este lunes, en represalia por la negativa el gobierno colombiano a aceptar los vuelos de expulsión de inmigrantes, de la que ha informado el presidente Gustavo Petro.
El mandatario argumentó que EE.UU. "no puede tratar como delincuentes a los migrantes colombianos". "Desautorizo la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos a nuestro territorio", dijo en su cuenta en la red social X. Así, Petro emplazó a Estados Unidos a "establecer un protocolo de tratamiento digno a los migrantes antes que los recibamos nosotros".
Más tarde, petro argumentó que rechazó los aviones porque "un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece" y porque eran aviones militares. "En aviones civiles, sin trato de delincuentes recibiremos a nuestros connacionales. Colombia se respeta", planteó.
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