La crisis en Chile que comenzó en a mediados de noviembre con estallidos sociales contra el gobierno de Sebastián Piñera arrojó una cifra de violaciones de derechos humanos que no se registraban hace décadas en el país trasandino. Por eso, ONU afirmó que los Carabineros son los máximos responsables de la mayoría de violaciones de derechos humanos ocurridas en las protestas que empezaron y continúan desde mediados de noviembre
La reacción ante protestas que eran pacíficas fue "represiva" y "Carabineros utilizó fuerza no letal con el objetivo de dispersar a la gente y evitar que llegaran a los puntos de encuentro", dijo la jefa de una misión de la ONU que visitó Chile, Imma Guerras-Delgado.
"Las violaciones que hemos documentado incluyen uso excesivo e innecesario de la fuerza, lo que llevó a muertes ilícitas y heridos, detenciones arbitrarias, tortura y malos tratos, incluida violencia sexual", sostuvo en una rueda de prensa.
La gravedad de la situación se acentúa en vista de que ciertas violaciones ocurrieron de forma "recurrente en tiempo y en espacio", en particular el mal uso de armas no mortales -en particular material antidisturbios y gases lacrimógenos- y maltratos durante la detención.
Guerras-Delgado dijo que el número de personas heridas en las manifestaciones varía notablemente, según las fuentes, y oscilaría entre 3500 y 11.000, de las cuales aproximadamente 350 fueron heridas en la cara o en los ojos con perdigones que contenían plomo, un hecho que la misión denunció con firmeza.
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Varios de esos heridos resultados con traumas severos y dos perdieron totalmente la vista.
"Hay razones fundadas para creer que se usaron armas menos letales de manera inadecuada e indiscriminada, lo que contraviene los principios internacionales destinados a minimizar el riesgo de heridas", señala el informe preparado por la misión que pasó tres semanas en Chile realizando sus indagaciones.
En total, el equipo realizó 235 entrevistas a víctimas y sus familiares, así como a 60 carabineros, incluidos algunos que también habían resultado heridos en las protestas, en una investigación que les llevó a siete regiones del país.
Los enviados por la Oficina de la alta comisionada y expresidenta chilena, Michelle Bachelet, documentaron 113 casos específicos de tortura y malos tratos, y 24 de violencia sexual contra mujeres, hombres y adolescentes, "perpetrados por miembros de Carabineros y militares".
La jefa de la misión explicó que observaron que en los grandes centros urbanos, como Santiago y Valparaiso, los abusos estaban más relacionados con heridas a causa de perdigones, pero que en el interior del país los casos de maltratos de detenidos fueron más graves.