Las calles de China se preparan para celebrar los 100 años del Partido Comunista Chino (PCCh) el próximo jueves, tras un año y medio del descubrimiento del primer caso de coronavirus, una pandemia que puso a prueba la disciplina y el trabajo colectivo de sus habitantes durante largos meses de encierro total, e incluso después con las reglas que continúan en la actualidad controlando la nueva normalidad.
Si bien se sigue venerando la figura de Mao Zedong, quien encabezó la revolución que dio origen en 1949 a la República Popular, las características que fue tomando tanto China como el Partido Comunista variaron sustancialmente en relación con los tiempos en que gobernara el líder, fallecido en 1974.
El crecimiento económico y la presencia china a escala planetaria con empresas e inversiones es uno de los rasgos principales del mundo en el siglo XXI, luego de la incorporación del país a la Organización Mundial de Comercio (OMC) , al punto que muchos especialistas aseguran que no está lejano el tiempo en el que desplace a Estados Unidos como la primera potencia.
Con decoraciones del PCCh en espacios públicos, arreglos florales y las calles atiborradas de personas, el escenario actual se aleja bastante del de inicios de 2020, cuando la ciudad de Wuhan ocupaba los medios de comunicación más relevantes con información que alarmaba al mundo y desconcertaba por igual a todos los países.
En aquel momento, la noticia del paciente cero trasladó a muchos ciudadanos a la China de noviembre de 2002, cuando se originó el síndrome respiratorio agudo grave (SARS).
"La primera sensación que tuve al conocer la noticia del coronavirus fue de cansancio de experimentar otra pandemia, porque la experiencia de SARS todavía era reciente", contó una profesora de Historia de una universidad de una gran ciudad, que pidió no revelar su nombre.
Su cuerpo, como el de muchos otros habitantes, cargaba cicatrices de la epidemia ocurrida casi 20 años antes y que, a pesar de su menor impacto, obligó al Gobierno a aplicar restricciones similares.
Explosión e incendio en una estación de tren de Londres
En cambio, para Shen, una joven que trabaja en una institución educativa en Ianzhou, una ciudad del norte de China, la realidad había superado a la ficción, y las primeras imágenes que cruzaron por su cabeza la llevaron a escenas del filme "Contagio", de Steven Spielberg.
"Cuando me enteré de la epidemia corrí a casa de inmediato y ayudé a mis padres a prepararse para lo que se vendría. Para febrero y marzo de 2020, todo había dejado de funcionar en las grandes ciudades, excepto por el gran supermercado para los productos básicos", precisó.
En menos de tres meses, China había aplicado una respuesta de shock: confinamientos, cierre de fronteras y medidas biosanitarias estrictas, como el uso del tapabocas en transportes públicos, que sigue vigente a pesar de tener todo calculado y superar los 1.000 millones de personas vacunadas.
En ese período también habilitó una aplicación de rastreo, con un código de salud vinculado a cada número de identificación personal y que aún es requerido al ingresar en algunas viviendas, hospitales, universidades, comercios y parques o tomar avión, tren o taxi.
Para el día señalado no hay programado ningún desfile militar. Sí que tomará la palabra el presidente Xi Jinping, que ofrecerá un esperado discurso y condecorará con las medallas Primero de Julio a otros militantes con una trayectoria destacada.
Fuente: Télam.