El acto, reservado solo a un grupo reducido de personas, se realizó tras tres días de despedida pública. Estuvieron presentes algunos familiares del Papa.
El ataúd del papa Francisco fue sellado en una ceremonia privada, no televisada, presidida por el camarlengo Kevin Joseph Farrell.
El acto, reservado solo a un grupo reducido de personas, se realizó tras tres días de despedida pública en los que más de 250.000 personas se acercaron a la basílica de San Pedro para rendir homenaje al pontífice argentino.
Estuvieron presentes algunos familiares del Papa. Durante la noche, el Capítulo de San Pedro asegurará una presencia de oración y vigilia.
El rito de clausura del féretro del Romano Pontífice tuvo lugar esta tarde, a las 20 de Roma (15 de Argentina), en el Altar de las Confesiones de la Basílica de San Pedro, como se había anunciado.
El cuerpo del Sumo Pontífice -que yacía una casulla roja, una mitra blanca, un rosario entre sus manos, un anillo de plata y un palio con cruces bordadas de negro- fue tapado con un velo blanco para luego ser bendecido por uno de los cardenales.
Durante el rito, presidido por el cardenal camarlengo Farrell, el maestro de las Celebraciones Litúrgicas, monseñor Diego Ravelli, leyó el acta, que fue colocada en el féretro al final de la celebración.
Farrell selló el ataúd con una cruz, el escudo del Vaticano y una placa con el nombre, la duración de su vida terrena y la de ministerio Petrino.
La celebración, que se desarrolló según las prescripciones del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis , concluyó a las 21 (16 de Argentina)
Se trata de un rito privado en presencia de distintas autoridades de la Iglesia, en el que se lee el Rogito, un texto en latín sobre la vida y obra del Papa Francisco. Dicho documento, tras su lectura, se introduce dentro de un tubo de metal con el sello de la Oficina de las Celebraciones litúrgicas del Sumo Pontífice en la parte externa. Luego, es colocado en el ataúd junto a las monedas y medallas acuñadas durante el pontificado del Papa Francisco.
Luego de la colocación solemne de un velo blanco sobre el rostro del cuerpo del Pontífice se procede al cierre del ataúd. Se coloca la cobertura del féretro sobre la cual se encuentran la cruz y el escudo papal y una placa con el nombre del Papa, la duración de su vida terrena y la de su ministerio Petrino.
Durante la noche el Capítulo de San Pedro asegurará una presencia de oración y vigilia por el cuerpo del Pontífice, hasta los preparativos de la Santa Misa de mañana por la mañana.