Un día después de su llegada a México, el ex presidente de Bolivia Evo Morales pidió este miércoles que la oposición deponga las armas, a la par que le agradeció al gobierno mexicano por haberle salvado la vida.
Durante una rueda de prensa, el ex mandatario aseguró que “nunca” le pidió nadie “realizar algo ilegal” y destacó: “en mis primeras elecciones presidenciales en 2002 ganamos pero nos lo robaron y en mi última participación también ganamos pero nos robaron”.
“Solo pido al Tribunal Constitucional que cumplan con la legalidad”, subrayó Morales y se quejó del informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre los comicios en Bolivia, al decir que “predominaba la interpretación”.
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“Deberían haber dicho que haya segunda vuelta y no recomendar nuevas elecciones (...) la OEA está al servicio de Estados Unidos (...), debería llamarse Organización de los Estados del Norte y no de América”, aseveró.
En la rueda de prensa, Morales también reiteró su pedido de una investigación sobre el incidente que tuvo el helicóptero en el que viajaba el miércoles 4 de noviembre, del que salió ileso, al reflexionar que él usaba ese medio de transporte varias veces al día para visitar municipios y comunidades y que nunca había sufrido un incidente similar. “Qué raro”, expresó el antiguo dirigente cocalero, quien también señaló que ese día había una llovizna que podría haber tenido que ver con el incidente.
Por último, aseguró que “si el pueblo lo pide” volverá a Bolivia para lanzar un “diálogo nacional” con el objetivo de “pacificar” la nación andina, aunque admitió que “va a ser difícil de parar esta confrontación”.