El Vaticano dio a conocer un nuevo parte sobre el Sumo Pontífice. Los médicos pidieron esperar entre 24 y 48 horas para saber cómo incidirá esa crisis en su cuadro clínico general.
Luego de la crisis aislada de broncoespasmo que generó un susto en cientos de miles de católicos, la salud del Papa Francisco se mantiene con pronóstico reservado, aunque en las últimas horas pasó una noche "tranquila". Así lo informó el comunicado difundido este sábado por el Vaticano.
A dos semanas de haber sido internado en el Hospital Gemelli, de Roma, por una neumonía bilateral, el nuevo parte médico cambió respecto del entregado ayer, cuando se había advertido sobre un "repentino empeoramiento" del cuadro respiratorio del Santo Padre. Los especialistas hicieron saber que se necesitarán entre 24 y 48 horas para determinar cómo incide este inconveniente en su estado clínico general.
Los médicos que atienden a Francisco indicaron que, tras la crisis, "fue prontamente broncoaspirado" y "comenzó ventilación mecánica no invasiva, con una buena respuesta al intercambio gaseoso". "El Santo Padre se ha mantenido siempre vigilante y orientado, colaborando en las maniobras terapéuticas", señaló la Santa Sede, que insistió en que el pronóstico del Papa "sigue siendo reservado".
En el boletín del último jueves por la tarde, las condiciones de salud del Papa habían sido definidas como "en mejoría", alternando la oxigenoterapia de alto flujo con el ventimask, pero se necesitan más días de estabilidad clínica para resolver el pronóstico, mientras que la mañana de ese día había transcurrido entre fisioterapia respiratoria y descanso.
Una especialista médica explicó que el broncospasmo provoca que las vías respiratorias, que son "como las tuberías por donde entra y sale el aire", se hayan estrechado, lo que "aumenta la dificultad a la hora de respirar".
"Cuando además tenemos una neumonía, que es una infección que está afectando a los pulmones, el estrechamiento de esas vías respiratorias todavía agrava y empeora la situación clínica de los pacientes", comentó Soledad Alonso, profesora del Grado en Medicina de la Universidad Francisco de Vitoria, citada por la agencia Europa Press.
Ante esta situación, continuó Alonso, el Sumo Pontífice debió ser sometido al tratamiento de "ventilación mecánica no invasiva", que es "una especie de ventilador como los que se utilizan, como los que estamos acostumbrados a ver en las unidades de cuidados intensivos, pero con la diferencia de que no hay que meter un tubo al paciente ni hay que dormirlo, sino que se consigue hacer una buena ventilación a través de una mascarilla que se coloca en la cara".
"El paciente puede estar despierto, puede estar consciente y por lo que ha comunicado el Vaticano, está respondiendo a ese tratamiento, lo cual es una buena noticia", completó la profesora universitaria.
En este contexto, se confirmó que Francisco será reemplazado el próximo miércoles por el cardenal Angelo De Donatis, penitenciario mayor y delegado del Santo Padre, en la tradicional procesión de inicio de Cuaresma en el Aventino, según el boletín habitual de la Sala de Prensa de la Santa Sede.