Asimismo, el hombre, identificado como
Andreas Lubitz, estaba solo al timón del Airbus A230 y
en estado de lucidez al momento del impacto, según el audio que pudo escucharse en
una de las cajas negras de la aeronave.
Esto parece confirmar
la versión publicada por The New York Times sobre que el piloto principal estaba fuera de la cabina al momento del descenso y que no pudo ingresar a la misma porque su compañero se lo impidió.
Lubitz, de 28 años, nacionalidad alemana y apenas 630 horas de vuelo en su currículum, no dijo una sola palabra tras quedarse solo en la cabina y accionó voluntariamente el descenso del avión con la intención de estrellarlo.
Las autoridades alemanas se encargaron de la investigación sobre el copiloto, dijo el fiscal de Marsella,
declinando dar detalles sobre el origen o la religión del piloto. "No creo que sea necesariamente lo que debamos estar buscando", dijo.
En la localidad alemana de Montabaur, conocidos de Lubitz dijeron que no mostraba signos de depresión cuando lo vieron el pasado otoño, cuando renovó su licencia de piloto de planeadora.
"Estaba contento, tenía el empleo con Germanwings y le iba bien", comentó un miembro del club de planeadoras, Peter Ruecker, que lo había visto aprender a pilotar. "Daba buenas sensaciones".
Lubitz obtuvo su licencia de piloto de vuelo sin motor cuando era adolescente y fue aceptado como piloto en prácticas en Lufthansa tras titularse en una estricta escuela preparatoria alemana, dijo Ruecker. Describió a Lubitz como un joven "bastante tranquilo", pero amistoso.
El capitán, en tanto, trabajaba en Germanwings -filial de bajo costo de la compañía aérea alemana Lufthansa- desde mayo de 2014 y tenía una experiencia de más de 6.000 horas de vuelo, la mayor parte de ellas con Airbus.