El grupo yihadista Estado Islámico (EI) asumió este lunes la autoría del tiroteo en un concierto en Las Vegas, que dejó más de 50 muertos y 400 heridos.
En un comunicado a través de la agencia de propaganda afín al EI, Amaq, y cuya autenticidad no pudo ser verificada, la agencia aseguró que el autor del atentado es “un soldado” del califato que se convirtió hace pocos meses al islam.
Él realizó la operación en respuesta a los llamados a atacar a los países involucrados en la lucha contra el Estado Islámico, agregó el órgano de propaganda del grupo terrorista.
Los dos comunicados difundidos por una de las cuentas del EI en la aplicación de mensajería Telegram no aportan ninguna prueba de que el grupo estuviera implicado en el tiroteo.
El grupo suele emplear esta fórmula de reivindicación cuando el ataque es llevado a cabo por personas que no están vinculadas directamente con la organización yihadista, pero que sí han mantenido contacto a través de internet o que de alguna manera han mostrado simpatía o se han declarado seguidores de su líder, Abu Bakr al Bagdadi.
Sin embargo, el FBI descartó cualquier vínculo con algún grupo terrorista extranjero con el tiroteo. “No existe ningún vínculo conocido entre el tirador y ningún grupo extranjero conocido”, señaló sin embargo un portavoz del organismo durante una rueda de prensa.
Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional divulgó un comunicado a primera hora de la mañana en la que descartaba alguna otra “amenaza creíble”, si bien advertía que se reforzarían las medidas de seguridad en algunos lugares públicos del país.
Joe Lombardo, sheriff del condado de Clark, donde se encuentra la ciudad de Las Vegas, afirmó que la investigación sigue abierta y se refirió al presunto autor de los hechos como “un lobo solitario” que poseía un número considerable de armas.
El criminal fue identificado como Stephen Craig Paddock, tiene 64 años y vive en Mesquite (Nevada). Un portavoz de la Policía explicó en rueda de prensa que el atacante estaba en el hotel Mandala Bay desde el 28 de septiembre. Desde allí abrió fuego contra una multitud de más de 22.000 personas que asistían a un festival de música country “Route 91 Harvest Festival”, que se celebraba al aire libre.
El jueves, el líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, salió de su largo silencio para pedir a sus combatientes acorralados en Siria y en Irak que resistieran y llamar a perpetrar nuevos ataques contra los “enemigos” del grupo.
Una coalición internacional dirigida por los Estados Unidos interviene militarmente en Irak y en Siria para respaldar a las fuerzas locales que luchan contra el EI, cuyos miembros tratan de defender sus últimos bastiones en ambos países.
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